Con motivo de su última actuación en Nimes, Juan José Padilla no quiso abandonar la ciudad sin rendir un homenaje a la que fue la primera gran figura del toreo francés: Christian Montcouquiol “Nimeño II”.
“Siempre fue un espejo y esta visita a su estatua es un acto de reconocimiento y admiración”, señaló el torero jerezano. Juan José Padilla, a su vez, fue reconocido por la empresa Simon Casas Production, que le entregó el Trofeo Golpe de Corazón.