Que en la Aste Nagusia de este año hagan doblete Ponce, El Juli, Manzanares y Roca Rey no es una novedad. Ha sido como un volver a los orígenes para reencontrarse con antiguos y arraigados modos que le dieron personalidad y prestigio a ese ciclo taurino. Ya en el año 1914 Juan Belmonte, grande entre los grandes de la historia del toreo, que aquella temporada sumó casi un centenar de espectáculos, toreó tres tardes seguidas en las Corridas Generales de Bilbao, que se celebran precisamente en un mes en el que las figuras tienen casi al cien por cien las fechas comprometidas. Mucho después, sustituyeron al trianero, en su prodigalidad para hacer el paseíllo en el coso bilbaíno, otros toreros que, como Antonio Ordóñez, gozaron de la predilección de aquella afición.
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2126
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2126 para iPad
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2126 para Android