MADRID

Vuelta al ruedo de Fernando Flores en mala tarde en Las Ventas

Hasta nueve novillos pisaron la arena de la Monumental; conjunto muy deslucido de María Cascón
Gonzalo I. Bienvenida
domingo 01 de julio de 2018

Fotos: PLAZA 1

La novillada de Maria Cascón se inauguró con un zancudo, alto y cornalón novillo. En hechuras y comportamiento de su procedencia Lisardo pero un toro, ni mucho menos un novillo. Apretó en el caballo tras salir muy suelto en el saludo de Borja Álvarez. Desordenado resultó el tercio de banderillas y en el inicio con la muleta se partió la mano izquierda por lo que el alicantino tuvo que abreviar.

El segundo fue devuelto por su debilidad de remos. Fue sustituido por un novillo de Encinagrande, Con pechos de toro, ancho de sienes pero corto de manos y armónico en sus hechuras. Salió suelto en el encuentro con Daniel Crespo, que lo paró dejándole el capote en la cara para encelarlo. Se picó trasero y mal. En banderillas definió su noble condición en la brega de Raúl Mateos. Daniel Crespo inició su trasteo con gusto. La obediencia del Domecq se vio rebajada por falta de clase en su embestida. Le costó humillar y pasó sin decir nada. Crespo dejó detalles de calidad. Se tiró a matar derecho resultando prendido por el pecho sin consecuencias.

El tercero tris lució el hierro de Hato Blanco. Antes se había partido una mano el de la ganadería titular y un pitón el de San Martín. Fernando Flores lo recogió genuflexo llevando mucho la embestida. El toro de Hato Blanco, procedencia Guateles por la línea del maestro Espartaco, apuntó buena condición en los primeros tercios. Muy asentado desde el principio se mostró Fernando Flores. Los momentos de mayor reunión llegaron con la derecha, hubo muletazos con importancia por ceñidos y por templados. Con la izquierda se vencía el novillo y tampoco la colocación de Flores fue la misma. Lo resolvió en cercanías donde el novillo se desengañó con nobleza. El final tuvo emoción y la estocada fue en todo lo alto. Se pidió la oreja pero el presidente desestimó la petición.

El cuarto fue un colorao de bonitas hechuras de María Cascón. Manseó de salida y llegó a saltar al callejón. Perdió en varias ocasiones las manos. La lidia fue desordenada por su constante querencia a tablas. Inédito quedó Borja Álvarez que se estrelló con un marmolillo. Antes de pararse del todo por el izquierdo se deslizó en un pase de pecho pero ya no hubo forma ni fondo.

El acapachado quinto tenía toda la morfología de su procedencia. En sus primeras embestidas se mostró codicioso. Crespo trató de templarlas. El fino corte del gaditano se estrelló con la informalidad del novillo de Cascón. Tardo, desclasado, aflijido en su tramo final. Crespo alargó excesivamente la faena.

El sexto fue un novillo cornalón y astifino desde la mazorca. Fino en sus hechuras también. Fernando Flores mostró actitud desde el saludo. Miguel Martín salvó la honra de las cuadrillas con una buena brega al sexto. Lo intentó todo el extremeño con un novillo muy deslucido que cerró una tarde larga, tediosa y de escaso contenido.

Madrid. Domingo 1 de julio de 2018. Novillos de María Cascón y Encinagrande (2º bis), bien presentados, de escaso juego en su conjunto siendo el mejor el sobrero de Hato Blanco (3º tris). Borja Álvarez, silencio en ambos; Daniel Crespo, saludos tras aviso y silencio tras aviso; Fernando Flores, vuelta al ruedo tras aviso y silencio. Entrada: Un cuarto de plaza.

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