FERIA DE SAN IGNACIO

Azpeitia, equilibrio y calidad

Guillermo Lorente
lunes 23 de julio de 2018

Fotos: EVA MORALES, ARJONA, JAVIER ARROYO Y J. J. DIAGO

Los “sanignacios” de Azpeitia se han convertido, entre los últimos días del mes de julio y los primeros de agosto, en una cita obligada en el calendario taurino de cada año. A esta localidad situada en el centro de Guipúzcoa a orillas del río Urola, acuden aficionados llegados desde todos los rincones de España y Francia al reclamo de una feria que gira en torno al toro. Al frente de la Comisión Taurina encargada de organizar la feria se encuentra Joxin Iriarte, que así valora la feria de este año: “Entiendo que es la más importante que hemos hecho en los últimos años. Como siempre, con el toro como base, hemos hecho una feria espectacular en torno al encaste Santa Coloma. Que tres corridas en una misma feria sean dos de procedencia Joaquín Buendía -La Quinta y Ana Romero- y la tercera de Cuadri que, aunque ya es encaste propio, su procedencia original fue Santa Coloma, es algo difícil de encontrar hoy día tanto en España como en Francia”, explica y añade: “Hemos hecho una feria con mucha humildad en la que ofrecemos algo que nos diferencie de los demás”.

Joxin Iriarte: “Es la feria más importante que hemos hecho en los últimos años. Como siempre, con el toro como base, hemos hecho un ciclo espectacular en torno a Santa Coloma”

La Feria de Azpeitia no es una feria gestionada al uso. Los “sanignacios” no están organizados por una empresa, sino que viene siendo gestionada durante muchos años por una Comisión Taurina que trabaja acorde a unas directrices muy definidas basadas en el rigor y la calidad, con el toro como base. “Los criterios los tenemos muy claros y son los que siempre hemos mantenido; primero se decide la corrida, y sobre la corrida, y en función del encaste que sea, elegimos a los toreros. El protagonista tiene que ser el toro”, asevera Joxin Iriarte, quien en ese sentido es consciente de que es fundamental la diversidad de encastes y la presentación del toro: “El toro de Azpeitia tiene que tener una presentación acorde a esta plaza y del gusto del aficionado, ni es un toro de Bilbao ni un toro de una plaza de pueblo, sin desmerecer a nadie. Es un toro con trapío acorde a un sello de identidad que ya tiene el toro de Azpeitia, intentando respetar las características morfológicas propias de cada encaste”.

En cuanto a las ganaderías, este año vuelven a lidiar en Azpeitia Cuadri y Ana Romero, que son junto a la ganadería de Palha las que más veces lo han hecho en corrida de toros en el ruedo azpeitiarra a lo largo de la historia. Para Cuadri será su sexto año consecutivo, mientras que para Ana Romero será su séptimo año, cuarto de manera consecutivo. Ambos hierros se han convertido en clásicos de los “sanignacios”. “En Azpeitia se sigue manteniendo el criterio de que aquella ganadería que triunfa se mantiene para el año siguiente, siempre y cuando los ganaderos quieran venir con sus corridas”, explica Iriarte, añadiendo: “Cuadri fue el triunfador del año pasado, Ana Romero lo fue del 2016 y este año le hemos dado entrada a La Quinta, que hace su presentación en Azpeitia”.

Siendo el toro la base de la feria, su protagonismo comienza con la tradicional desencajonada que se viene realizando desde el año 1903. “En el desencajonamiento cada espectador hace su valoración de cuál es la corrida que más le gusta y le puede interesar ir a ver. La gente quiere palpar de alguna manera el producto que va a ver”, asegura Joxin.

“Sigo opinando que no hay más claves que la verdad. La verdad es el toro que echamos y todos los encastes que han pasado años atrás. La gente que viene a Azpeitia sabe que va a ver toros”

En cuanto a los toreros anunciados en la feria de este año, se aprecia en los carteles un equilibrio entre veteranía y juventud y entre figuras y toreros emergentes. “Hay un sinfín de toreros que quieren torear en Azpeitia. Las llamadas y los ofrecimientos son frecuentes y no es fácil que tantos toreros estén dispuestos a torear este tipo de corridas, lo que demuestra que algo estamos haciendo bien”, afirma el presidente de la Comisión, añadiendo: “Hay toreros que se entienden mejor con ciertas ganaderías o ciertos encastes y por eso lo que hacemos es intentar acoplarlos con el toro que entendemos que les puede ir bien; intentamos vestir cada cartel con los toreros que consideramos que mejor se adaptan a cada ganadería”. En cuanto a los nombres anunciados este año, Joxin Iriarte explica: “Este año tenemos novedades como Pepe Moral, Tomás Campos, Luis David, Emilio de Justo o Sebastián Castella, que nunca han toreado en Azpeitia. Repiten El Fandi, Curro Díaz, Rubén Pinar y Juan del Álamo. Hay pocos huecos para todas las demandas que hay pero en este momento pensamos que son los carteles más equilibrados que podemos ofrecer”. Si hay un torero que se ha convertido en los últimos años, por méritos propios, en predilecto de la afición de Azpeitia ese es Curro Díaz. “Curro estuvo el año pasado en dos tardes reapareciendo de la cornada que sufrió en Manzanares y por su triunfo con las corridas de Fuente Ymbro y La Quinta se ha ganado repetir. Entendía, como apoderado y como empresa, que este año con una corrida era suficiente, pero Curro está en la feria porque ha triunfado en ella y porque es del agrado del público y eso siempre ha sido una seña de identidad de Azpeitia”, explica el presidente de la Comisión y apoderado del jienense.

“La Comisión no se lucra con la feria. Todo lo que nos queda cuando acaba es para repartir, o bien para Cáritas o para alguna comunidad de monjas”

Fruto de la fidelidad a un modelo de trabajo y a unos criterios sobre los que se tiene una firme convicción, la feria de Azpeitia se ha convertido en referente y goza de una extraordinaria salud. “Sigo opinando que no hay más claves que la verdad. La verdad es el toro que echamos en Azpeitia y todos los encastes que han pasado años atrás. La gente que viene a Azpeitia sabe que va a ver toros. Será mejor o será peor pero es un toro al que ya le tenemos cogido la medida y se ha convertido en la base de la feria. Todo tiene su influencia en una plaza, y, en base a eso, intentamos cada año dar un punto más de credibilidad a nuestra feria”, argumenta Iriarte.

Lejos de poner la mirada en el futuro, Joxin Iriarte y la Comisión que preside prefieren mantenerla en el presente y que sea el aficionado el que cada año apruebe o desapruebe una gestión desinteresada que se hace por pura afición y por amor a Azpeitia. “Nunca debemos olvidarnos que nosotros nos debemos al público que es quien paga su entrada. El día que falle el toro, perderemos crédito con el aficionado que es nuestro cliente y lo que intentamos es que esa confianza que nos han dado podamos ganárnosla año tras año con lo que le ofrecemos”, explica Joxin, añadiendo: “La Comisión no se lucra con la feria. Todo lo que nos queda cuando acaba es para repartir, o bien para Cáritas o para alguna comunidad de monjas, pero siempre se queda en Azpeitia. Nosotros somos de Azpeitia y trabajamos para que Azpeitia mantenga esta tradición”.

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