-Antes que subalterno, fue matador de toros. ¿Qué recuerdos guarda de aquella etapa?
-Buenos. Yo soñaba con una alternativa de lujo, quería que me la diera José María Manzanares y Joselito, pero no pudo ser. Después me llamaron para coger la sustitución en otro cartel de máxima categoría, con Curro Romero y Julio Aparicio (hijo) y ahí me hice matador de toros. Fueron años difíciles. Necesitaba torear.
-¿Fue dura la decisión de hacerse banderillero?
-Tenía que solucionar mi vida. Claro que fue duro pero necesitaba avanzar como todo torero y aspirar a formar mi familia. No me arrepiento de haber tomado esa decisión, al contrario, siento que tenía que haberlo hecho antes.
-¿Pega verónicas al aire como si fuera matador?
-Ante todo me siento torero. También entreno con la muleta, porque me gusta. No tengo ningún sentimiento de frustración. Amo a mi profesión y si algún día puedo también pego lances y muletazos a las becerras en el campo, cuando no hay ningún chaval en la tapia.
-¿Qué significa para Juan José Trujillo formar parte de una cuadrilla?
-La tarde de un banderillero es cumplir con tu matador para que todo lo que hagas le beneficie. Lo más normal posible. El protagonista es el que coge la espada y la muleta. Tenemos que colaborar en que vea lo mejor posible al toro.
-¿Y en el día a día?
-Todo lo que tengo en mi vida me lo ha dado el mundo del toro. Me entrego tanto al toro como a mi familia. Es la forma que tengo de vivir.
-¿Con qué toreros ha ido colocado?
-David Galán, Salvador Vega, José María Manzanares y Alejandro Talavante.
-Y en 2019, ¿qué?
-No sé con quién voy a torear. Si no sale una colocación importante, estaré suelto y torearé con quién me llame.
-Se dice que hace unos años si un banderillero de su categoría quedaba libre conseguía una colocación en 5 minutos ¿Le preocupa esta circunstancia?
-El toreo está muy raro. Tengo incertidumbre. Pero yo me preparo como siempre. Siento el apoyo de mis compañeros.
-Está contrastado como uno de los mejores capoteros y un puro banderillero.
-No sé si soy tan bueno pero desde luego el capote me gusta mucho. Hay toros que cuajo en la brega. Banderillear nunca me ha gustado, lo hago como sé y a veces toca desmonterarse pero no lo hago buscándolo.
-¿Cómo afecta a un subalterno que un toro sea de una ganadería comercial o más dura?
-En cualquier ganadería puede salir un toro complicado y nosotros tenemos que resolver de la misma forma. Es bueno conocer los encastes, no es lo mismo lidiar a uno de Victorino que a uno de Cuvillo. Uno tiene que tener la mente clara y saber acoplarse a las embestidas.
-La fiesta vive un gran momento en cuanto al nivel de los toreros de plata.
-Hay mucho nivel. El toro pone a cada uno en su sitio. El bueno te cuesta igual que el malo. Sin faltar el respeto a nadie, si yo mañana no estoy en condiciones prefiero que no me contraten. Los buenos son los que tienen que funcionar y en este momento hay un número alto de toreros buenos.
Cuestionario
-¿Quién es su referente con el capote?
-Admiro a todos los toreros de antes, aquellos que vi torear de niño: Curro Cruz, Martín Recio, Cruz Vélez. Al toreo le falta solera, por eso siempre me gusta fijarme en los antiguos.
-¿Quién es su espejo con las banderillas?
-Para mí, Manolo Ortiz. Fue quien me enseñó a banderillear en Málaga. De los matadores, el más puro que he visto es el maestro Víctor Mendes.
-¿Qué toro ha marcado su carrera positivamente?
-Banderilleando me quedo con uno de Victoriano del Río en Madrid en 2007. Me vine arriba porque me apretó y lo cuajé. Lidiando, un toro de Juan Pedro en la Maestranza, en la encerrona de José María.
-¿Y negativamente?
-El día de la confirmación de Salvador Vega. Un toro de El Pilar me hizo correr de verdad.
-Un consejo para la nueva generación de banderilleros.
-Que tengan afición y que sepan cuál es su sitio como banderilleros. Que le tengan mucho respeto a esta forma de vida.
-Si tuviera que contratar una cuadrilla sería…
-Hay un nivel muy bueno. Hay grandes toreros como Carretero, Miguel Martín, Rafa González, Ángel Otero y muchos otros. No sabría decirte. También hay buenos picadores.
Fotos: ARJONA