Por Apolinar Soriano

La sierra de Jaén y los programas sanitarios

Apolinar Soriano
lunes 03 de mayo de 2010

En las zonas de sierra de la provincia de Jaén las explotaciones de ganado de lidia han sufrido grandes transformaciones…

En las zonas de sierra de la provincia de Jaén las explotaciones de ganado de lidia han sufrido grandes transformaciones en el manejo durante los últimos años. Estas transformaciones han sido originadas, en su mayor parte, por circunstancias ajenas al deseo del propio ganadero. Así, la obligación administrativa de crotalizar los becerros en los veintiséis días siguientes a su nacimiento ha creado una práctica nada fácil en esta tierra: la de encerrar las vacas recién paridas con sus reatas para, en los corrales, realizar esa faena; esto es especialmente dificultoso si a la propia naturaleza de esta raza añadimos el faenado en terrenos muy abruptos y de monte espeso.

Aún siendo lo anteriormente referido un trabajo difícil y costoso (que hace en muchas ocasiones desesperar a los hombres del campo y lleva a muchos de ellos a abandonarlo) si el resultado lo compensa, el esfuerzo se da por bien empleado.

No ocurre lo mismo cuando el trabajo no da el fruto deseado y sus consecuencias son nefastas para la explotación, en forma de bajas que se producen en los animales, pérdida de rentabilidad originada por el cierre de mercados… Este es el caso de los saneamientos ganaderos de tuberculosis y brucelosis encuadrados dentro de los programas sanitarios que la Administración establece para este colectivo y cuya obligatoriedad apenas se diferencia de la de ganaderías de manso o estabuladas.

Más de 20 años continuados de programas sanitarios que no dan el resultado previsto confirman el criterio generalizado de los ganaderos de esa zona de la provincia de Jaén en el sentido de que algo se está haciendo mal.

La existencia de una fauna silvestre que para nada se ve sometida a ese control, que convive en muchos casos con el ganado de lidia y que es portadora de las enfermedades referidas (altamente contagiosas entre las diferentes especies) es, sin lugar a dudas, una de las causas que impiden la eficacia de los continuos esfuerzos de los ganaderos por erradicar las mencionadas enfermedades. Mientras tanto, y si nadie lo remedia, será como siempre la rentabilidad de esas ganaderías la gran perjudicada.

‘Cuaderno de campo’ de otros ganaderos

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