Es una de las novedades del escalafón superior. En Vistalegre acaba de tomar los galones de matador de toros con una actuación brillante que cautivó por la clase de su toreo y la serenidad de su actitud. La espada fue el único lunar de una tarde con honores. Los de un torero dispuesto a reivindicar sus condiciones, su concepto y sus ganas de abrirse camino con determinación. Ahora vuelve a apostar, confirmando el doctorado en Las Ventas. Otra ocasión de dar un paso al frente. De volver a sorprender.
“Confirmar en San Isidro es una mezcla entre alegría y responsabilidad, pues me juego la temporada”
“Mi sueño es poder torear un toro a gusto en Madrid. Lo deseo mucho más que abrir la puerta grande”
“En esta profesión la fuerza está en la mente y en las ganas de ser torero, esas son las claves”
Lea la entrevista completa en su revista APLAUSOS