La Pincelada

Y ahora el toro de los pactos

José Luis Benlloch
martes 21 de junio de 2011

La composición de los nuevos ayuntamientos era una partida sorda, apenas le hemos dado importancia, que jugaban los toros en muchas partes de España.

Dependiendo de cómo y con quién se pactase así nos iba a ir. Eso y la crisis con sus recortes que es pariente próximo o consecuencia directa de lo anterior, van a decidir mucho esta temporada. Muchas ferias de agosto y septiembre, las menores claro, siempre se descose por lo más débil, están paradas. A ver qué dicen los nuevos, es la frase y nadie se mueve a la espera de los nuevos. No hay datos totales, sólo ejemplos puntuales. En Villena, es un ejemplo, los pactos han dejado al pie del sillón a la alcaldesa que impulsó la nueva plaza de toros, una joya que en su reconstrucción acabó siendo bandera política en una y otra dirección. Ahora con el representante de los verdes en la alcaldía gracias al pacto con socialistas e independientes (¿independientes he dicho?) el uso y destino del coso es una incógnita. Desde ya el tiempo y la presión social tendrán la última palabra. O eso se supone.

En Gilet, es otro ejemplo, este en sentido contrario, Juan Carlos Vera se ha convertido en el primer matador de alternativa que alcanza una alcaldía en tiempos de democracia. No lo ha hecho degenerando como cuenta la anécdota sino implicándose en la vida pública. Algún festejo sí dará. Más. El que se ha implicado en este caso en la vida taurina, que también es pública, ha sido el alcalde de Teruel que vio la que se armó en Cáceres, comprobó que era su mismo empresario, miró las cuentas, las que le tocan a su ayuntamiento y las de algún otro conciudadano y se le pusieron los pelos como escarpias. A mí no, se dijo y decidió cortar por lo sano. Oficialmente no está agotado el proceso, puede haber reclamaciones de Manolo Martín, pero el alcalde va por delante de los acontecimientos y tiene diseñado hasta el último movimiento del plan incluido el nombre del nuevo gestor. Hay que pensar que si dio el paso adelante no es para suspender esa lidia porque no tenga la llave de la legalidad ni mucho menos para que Teruel se pegue otro batacazo estilo Cáceres.

Habrá más consecuencias político/taurinas/municipales en esta piel de toro de nuestros amores y disgustos, pero habrá que darle tiempo para ver por dónde rompe ese morlaco de la política municipal que en los últimos años nos ha embestido más a la contra que por derecho. Veremos pues.

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