El Palco

Carmelo y Caba

Rafael Comino Delgado
lunes 12 de septiembre de 2011

En cualquier corrida de toros o feria, habitualmente solemos cantar los éxitos de los toreros, algo menos los de la ganadería…

En cualquier corrida de toros o feria, habitualmente solemos cantar los éxitos de los toreros, algo menos los de la ganadería, y se suele ignorar la labor del empresario, o quizá sólo se le alude para destacar que las entradas eran muy caras. Sin embargo hoy quisiera comentar los triunfos, continuados, de dos jóvenes empresarios taurinos, que trabajan formando la empresa Carmelo y Caba S.L.

Se trata de Carmelo García y Antonio Caba, ambos que fueron figuras entre los toreros de plata durante muchos años, la mayor parte de ellos a las órdenes del maestro Jesulín de Ubrique. Desde hace varios años se dedican a la organización de espectáculos, fundamentalmente, taurinos. Regentan las plazas de Sanlúcar de Barrameda, Ubrique y, desde hace poco, también Utrera y, además, organizan anualmente las ferias de San José del Valle, Cortes de la Frontera, etc.

La norma es que festejo dado por Carmelo y Caba sea un éxito, por supuesto de organización y también artístico. Pero ello no es fruto de la casualidad sino de un trabajo duro, riguroso, muy serio, cuidando hasta el más mínimo detalle, pensando siempre en los públicos. El día 4 del pasado Junio pusieron, en Sanlúcar, el cartel de “No hay billetes”, hecho que no acontecía desde hace mucho tiempo y, lo que es más importante, con los precios más baratos entre los que yo conozco. No creo que haya en España una plaza más barata que las que regentan Carmelo y Caba.

Hace unos meses optaron a la plaza de Algeciras, presentando un pliego extraordinario, modélico, y desde luego, en mi opinión, si se les hubiese concedido no hubiera sido una injusticia, ni mucho menos. Estoy seguro de que en los próximos años lograran las más altas cotas en su profesión y regentarán plazas muy importantes tanto de segunda como de primera, es decir serán figuras entre los empresarios, pues tienen condiciones para ello.

Son inteligentes, trabajadores, muy formales y respetuosos en su proceder, honestos y, sobre todo, tienen muy claro que ante todo hay que dar verdad a los aficionados y a los públicos en general, a precios asequibles. Me complace sobremanera poder escribir esto de unos jóvenes empresarios y por ello les deseo todo lo mejor a ambos.

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