(Foto: Arjona)El empresario de la Monumental asegura que cada temporada iba más gente a los toros en Barcelona y que en pocos años esta plaza hubiese recobrado la importancia que siempre tuvo en el toreo
“El Tribunal Constitucional es la última esperanza”
“El gobierno deberá pagar las indemnizaciones y se van a llevar una sorpresa”
“La Monumental seguirá donde está. La voluntad de la propiedad es seguir dando toros”
El empresario de la Monumental de Barcelona Antonio Matilla se encuentra ya en la ciudad condal ultimando los detalles para la que presuntamente será la última Feria de la Mercè. Está feliz por haber conseguido una gran feria con dos carteles muy rematados, pero triste porque con esta feria se cierran las puertas de la Monumental. “Uno no acaba de creérselo pero es lo que estaba previsto y al final ha llegado. Ahora nos lamentamos más porque ha llegado la fecha y nos quejamos de que lo que han cometido es una barbarie y un atropello”, asegura Matilla, quien ve un pequeño halo de esperanza en “el Tribunal Constitucional, al cual nos agarramos todos como un clavo ardiendo”.
Matilla afirma que aunque el aficionado se hubiese movilizado antes, las probabilidades de salvar la Fiesta en Cataluña hubiesen sido igual de ínfimas: “Por mucho que se quiera decir, los políticos tienen una fuerza terrible y este es un problema identitario. Lo han promovido en el momento exacto, cuando la Fiesta y el país se encontraban en el momento más débil”. Sin embargo, según Antonio, Barcelona estaba recobrando la identidad que siempre tuvo y en pocos años, hubiese vuelto a ocupar el lugar de privilegio que siempre tuvo en la temporada. “Desde 2007 a 2009, siendo época de crisis, ha aumentado la afición en Barcelona ya que ha asistido más público a los toros. Por eso, yo creo que si me hubiesen dejado seguir, en dos o tres años, a lo sumo cinco, Barcelona se hubiera convertido en una plaza importante, lo que siempre fue. Pero no me han dejado. Barcelona está viva, llena de afición y eso se va a ver estos dos días con un porcentaje de aficionados catalanes altísimo”.
La Fiesta cumplirá las leyes catalanas y la plaza no dará toros. Matilla espera que la respuesta sea recíproca y el gobierno catalán pague las indemnizaciones oportunas, unas cifras que pueden sorprender a muchos: “Las leyes se aprueban y se tienen que cumplir por los ciudadanos, pero las indemnizaciones también están para cumplirlas y pagarlas. Yo hubiese preferido que no me las pagaran y seguir dando toros. Toda esa afluencia de gente que asistirá a esta feria, va a repercutir económicamente en la ciudad, el dinero se va a quedar aquí. Por eso, cuando dejen de darse toros, todas esas pérdidas de dinero por hoteles, restaurantes, la plaza, tendrá que tasarse, reclamarse y el gobierno catalán deberá pagarlo. Algún parlamentario se ha atrevido a decir que es sólo un puñado de euros con los que hay que indemnizar. Yo le invitaría a que viese las taquillas este fin de semana y que valorase si es así. Cuando lleguen las cifras de las indemnizaciones, se van a llevar una sorpresa”, admite.
EL FUTURO DE LA MONUMENTAL
Uno de los interrogantes que se plantea tras la prohibición es qué hacer con la Monumental. Mucho se ha especulado acerca de su futuro y del temor que se convierta, al igual que Las Arenas, en un centro de ocio. Para el actual empresario de Barcelona, la Monumental “va a seguir donde está. Después de la Sagrada Familia, es el edificio más protegido de Barcelona, con lo cual es difícil cualquier opción que se plantee de recalificación del suelo, es algo inviable. Hay un precedente, Las Arenas, que es un centro comercial, pero ya hay uno y no creo que piensen en otro. La voluntad de la propiedad es seguir dando toros mientras se pueda, y hasta el momento, no hay nada pactado para reconvertir la plaza. Además, es un edificio que no tiene una actividad más que la taurina o el circo, ya que están prohibidos los conciertos y a partir de las nueve de la noche no se puede ofrecer cualquier tipo de espectáculo público”. La mejor reivindicación tiene forma de dos corridas de toros este fin de semana. “Se han acabado las entradas para el día 25 y si hubiese habido otra plaza, también se habría llenado. Para el 24 quedan muy pocas localidades. Estos dos llenos son importantes para reivindicar la Fiesta en Barcelona”.
