Sevilla. Feria de San Miguel

Hablan los protagonistas

Redacción APLAUSOS
domingo 25 de septiembre de 2011

Curro Díaz, tras lograr la oreja del toro que abrió plaza, expresó a los micrófonos de nuestros compañeros de Canal Plus Toros: “Estoy muy contento. Las penas ya las hemos pasado. Abrir plaza siempre es un hándicap pero desde el primer momento con el capote me he sentido muy a gusto y con muchas ganas de torear. En esta plaza, se salga por una puerta u otra, es siempre una alegría vestirse de torero”. Luego, tras matar al cuarto, dijo: “He vuelto a estar a gusto pero había poquito que hacer. Con la espada he vuelto a matar bien. En este me ha quedado un poquito caída pero me he tirado muy recto”.

El Juli, tras finiquitar a su primero, dijo: “El toro tenía virtudes pero era exigente. Apretaba y era complicado pero por lo menos humillaba y si me quedaba en el sitio y le atacaba el animal se entregaba. Ha habido momentos intensos y a gusto y creo que me he impuesto. Para matar era difícil porque me tapaba la salida y se descuadraba y nunca llegué a verlo claro. En cualquier caso, es una maravilla sentir los oles de Sevilla”. Sobre el quinto, comentó: “No tenía nada. Era deslucido y desagradecido. De mitad de muletazo en adelante se defendía y no tiraba para adelante. Era imposible para el lucimiento”.

Manzanares, a la muerte del tercero, afirmó: “Tenía nobleza pero apenas fuerza. Era imposible ligarle más de dos o tres pases. No le hemos dado en el caballo, aunque el toro se ha empleado y ha empujado. Intenté que se viniera arriba en el comienzo de faena pero ha sido imposible”. Además, el alicantino añadía: “Esto de El Pilar tiene la peculiaridad de salida de que a veces se meten por dentro con el capote y para matarlos son complicados porque no están fijos en la muleta y  miran mucho la espada cuando la montas”.

Acerca del sexto, un peligroso sobrero de Salvador Domecq, admitía: “Era muy malo, de los peores que me he puesto delante este año. Con el capote parecía que se desplazaba pero era mentira. Luego, con la muleta, por el pitón derecho me daba algo de confianza pero enseguida, al segundo o al tercer muletazo, se venía directo a por mí, tal y como ha hecho siempre por el pitón izquierdo”.

Síguenos

ÚLTIMAS NOTICIAS

Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando