Feria del Pilar
(Foto: Javier Arroyo)(Foto: Javier Arroyo)

Vuelta tras petición de Leandro en Zaragoza

Bautista, silenciado con el segundo, saludó una ovación en el quinto, el mejor toro de un deslucido encierro de Alcurrucén
Redacción APLAUSOS
domingo 16 de octubre de 2011

Curro Díaz, silenciado en sus dos turnos, pechó con un lote infumable.

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HABLAN LOS PROTAGONISTAS.- Curro Díaz: “Era de tres avisos. Siento impotencia” / Juan Bautista: “Si llega a caer, a lo mejor hubiera habido premio” / Leandro: “He puesto verdad y pasión”

Leandro ha dado la única vuelta al ruedo del festejo celebrado en Zaragoza. El vallisoletano sorteó en primer lugar un toro negro, chorreado y estrecho de sienes que embistió en los primeros tercios con más ritmo, temple y calidad que sus hermanos de la primera mitad del festejo. El de Alcurrucén, que derribó en el primer puyazo, llegó al último tercio manteniendo esas virtudes en las primeras series, pero pronto vino a menos y, en paralelo, decreció el nivel de la faena. Comenzó a sosear y a salir con la cara por arriba el toro, que terminó rajándose y pidiendo las tablas. Mató Leandro de estocada corta desprendida. Se le pidió la oreja pero no fue concedida, por lo que dio la vuelta al ruedo. El sexto fue soso y deslucido y con él Leandro nunca logró que su labor levantara vuelo y conectara con el público.

El colorado segundo, de serias pero bonitas hechuras, metió la cara por abajo en los capotes desde el principio, aunque en los primeros tercios mostró también algún síntoma de querer rajarse. En la muleta llegó dejándose pero su juego nunca terminó de ser entregado y, por momentos, sacó también cierta aspereza. Bautista, discreto con él, mató de una estocada defectuosa.

El chorreado y lucero quinto, de nombre “Fusilero”, fue a más durante su lidia. Si salió encampanado de chiqueros y le costó terminar los viajes por abajo, en el último tercio se movió con casta y, al mismo tiempo, toda la entrega que no tuvieron sus hermanos anteriores. Bautista ejecutó con él una faena larga, un tanto desigual pero que contó con pasajes aislados de buen toreo. Lo mejor de su quehacer, la estocada aunque, incomprensiblemente, el soberbio espadazo necesitó del refrendo del descabello.

No hizo una salida halagüeña el primero, de espectacular pelaje castaño albardado, girón, bragado, meano, casi careto y casi calzón…, que entró varias veces a los caballos sin que nadie lograra fijarlo y llegó al último tercio muy reservón, agarrado al piso y sin dar ninguna opción de lucimiento a Curro Díaz que, ante la deslucida condición del toro, tampoco se dio coba y se fue a por la espada con rapidez. No anduvo certero con los aceros.

Humillaba en el primer tramo de los capotazos el colorado calcetero cuarto, pero salía de mitad en adelante del viaje echando la cara arriba y desluciendo mucho su acometida. Mantuvo esa condición, e incluso la acusó más todavía, en el tercio de muleta, impidiendo que el linarense pudiera hacer nada. Anduvo esta vez más certero con las armas toricidas. Zaragoza, 13 de octubre de 2011. Toros de Alcurrucén, muy bien presentados, serios, pero bajos de raza y entrega salvo el quinto. 1º) Reservón y agarrado al piso. 2º) A menos, con cierta aspereza. 3º) Con clase y temple, pero a menos. 4º) Deslucido. 5º) Bueno, a más. 6º) Soso y deslucido. CURRO DÍAZ: Silencio en los dos; JUAN BAUTISTA: Silencio y saludos; y LEANDRO: Vuelta al ruedo tras petición y silencio. Entrada: Tres cuartos. Destacó en banderillas Miguel Martín, que fue obligado a desmonterarse. También lució en ese mismo toro -el tercero- Rafael González en la brega.

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