Paco Chaves, en un momento de apuro en el tercio de banderillas. (Foto: Vivas)Las complicaciones del encierro de José Joaquín Moreno Silva dieron al traste con las ilusiones de los tres novilleros, que pasaron un calvario para lidiarlo y vieron cómo dos de los novillos eran devueltos a los corrales tras sonar los tres avisos.
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Deslucido espectáculo el vivido esta tarde en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid. La terna de novilleros, compuesta por el extremeño Paco Chaves, el granadino Miguel Hidalgo y el madrileño Antonio Rosales, lo pasó muy mal para pasaportar un encierro de Moreno Silva que sacó muchas dificultades, en ocasiones insalvables para los chavales. El primero y el quinto de la tarde fueron devueltos a los corrales tras sonar los tres avisos. Esos, junto al cuarto, fueron los utreros más complejos dentro de un encierro que sólo contó con un par de novillos que se dejaron algo más, el segundo y el sexto, que cobró tela en los caballos y llegó con menos fuerza al último tercio.
Los tres novilleros pasaron un mal rato en la cara de todos los novillos, que sacaron a relucir sus carencias y su falta de rodaje y de experiencia ante encierros tan serios y dificultosos como el de hoy, que también puso a prueba a subalternos y picadores. Paco Chaves se llevó un lote imposible, con el que además no estuvo acertado a la hora de lidiarlo y, mucho menos, al momento de matarlo. Miguel Hidalgo dejó algún esbozo en su primero dentro de una labor con muchos altibajos y se atascó en el quinto, con el que lo pasó fatal, sobre todo a la hora de estoquearlo. Rosales, por su parte, puso disposición en su primero y lo intentó sin lucimiento en el que cerró plaza.
Madrid, 17 de mayo de 2010. Novillos de José Joaquín Moreno Silva. 1º, con movilidad y transmisión, pero sin emplearse. 2º, se desplaza mejor, con mayor nobleza, pero tampoco humilla. 3º, potable. 4º, una prenda. 5º, muy complicado también. 6º, el más suave de todos. PACO CHAVES: Pitos tras tres avisos y pitos; MIGUEL HIDALGO: Silencio y pitos tras tres avisos; ANTONIO ROSALES: Silencio y saludos. Entrada: Tres cuartos.
