En su día, Juan Bautista y Sebastián Castella abrieron a los toreros franceses la vía española. Es decir, la formación digamos académica en el campo español. En el caso de Juan Bautista, formación complementaria porque los Jalabert son ganaderos de tres generaciones. El torero nacido y criado en casa ganadera lo es de cuna. En la guía de primeros pasos de Castella, sin contar sus balbucientes primeros pasos en la escuela de Béziers, fue decisiva su educación en Sevilla de la mano de Robert Margé y José Antonio Campuzano.
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