Esta vez, la división nominal del abono de Fallas ha sido, en el fondo, un capricho verbal: una feria “de los encastes” –corridas de Adolfo Martín, Miura, Alcurrucén y Fuente Ymbro- y una feria “de las figuras” que renuncia a barajar encastes y se atiene a la ley del todo Domecq: Garcigrande, Domingo Hernández, Zalduendo, Jandilla, Vegahermosa y Juan Pedro Domecq.
La feria telonera de novilladas y novilleros se ajustó a la misma ley Domecq de la sedicente feria de figuras. La etiqueta de figura no ha sido en este caso del todo rigurosa. Se da por supuesto que en Valencia y en Fallas torean las figuras del toreo. En una lúcida conversación de hace casi treinta años Lucio Sandín le contó a José María Hurtado –un libro muy emocionante, de 1986- que “figura, realmente, solo es quien manda en el toreo”. Mandar.
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