Tres orejas en Gijón frente a una corrida de La Quinta y dos trofeos en Dax delante de un encierro de José Escolar han situado a Fernando Robleño en boca de la profesión. Dos salidas a hombros consecutivas y, por encima de todo, la entidad y la dimensión artística plasmada en el coso asturiano. Crédito para un torero pleno de madurez y cargado de compromiso. Raza de torero. En pleno mes de agosto, Robleño ha pegado un golpe de atención, ha revitalizado su cartel y ha reivindicado su fondo.
– “Me sorprende que haya aficionados a los que les impacte que yo sea capaz de torear tan bien y tan despacio. Son mis cartas”
– “Las tardes de Gijón y Dax han sido dos golpes de atención muy serios, dos triunfos que necesitaba y que andaba persiguiendo y que han servido para demostrar mis fundamentos como torero”
– “Ejerzo mi profesión con dignidad. Es triste acabar con 12, 15 ó 18 corridas cuando podría superar las 30, pero soy muy respetuoso con quien se viste de torero”
Lea AQUÍ la entrevista completa en su Revista APLAUSOS Nº 1927