FERIA DE SAN FERMÍN

Heroico Rafaelillo con los miuras, puerta grande en la última de Pamplona

El murciano paseó una oreja de cada uno de sus toros; buena actuación también de Javier Castaño y Rubén Pinar, que cortaron un apéndice
Redacción APLAUSOS
viernes 14 de julio de 2017

FOTOS DE JAVIER ARROYO DEL FESTEJO

VÍDEO RESUMEN DEL FESTEJO

Vibrante el saludo capotero de Rafaelillo al miura que abrió plaza, con faroles de rodillas. La faena del murciano estuvo condicionada por la falta de transmisión de la embestida del toro, que perdió las manos en alguna ocasión. Aprovechó el mejor pitón, el izquierdo, para sacar algún natural estimable. Intentó llamar la atención con algunos molinetes de rodillas. Mató de una estocada efectiva, que le valió la oreja.

Javier Castaño le dio sitio al segundo de la tarde para aprovechar su inercia. Sobre la diestra logró sacar algún muletazo aprovechando esa prontitud, pero protestó el toro por el pitón izquierdo, quedándose corto. Su escasa fuerza le hizo defenderse por lo que Castaño no pudo lograr una faena ligada. Lo mejor de la faena, una estocada que tumbó al toro sin puntilla y que fue decisiva para la concesión del trofeo.

Rebrincado y a la defensiva se mostró el tercero, que soltó mucho la cara dando tornillazos con la cara siempre alta. Complicado lo tuvo Rubén Pinar, que le puso ganas y disposición pero sin obtener recompensa. Se justificó con creces. Pinchó antes de amarrar una estocada, tirándose con rectitud.

El cuarto fue un toro agrio y peligroso, siempre a la defensiva, midiendo y esperando. Rafaelillo, que fue todo actitud y pundonor, sacó sus armas de lidiador para exprimir lo poco que tuvo el de Miura. Fue cogido de muy fea manera. Se sobrepuso a la fuerte voltereta y tras un pinchazo, dejó una buena estocada que le valió la oreja y la puerta grande.

Imponente la presencia del quinto, ancho de sienes y muy descarado de pitones. Javier Castaño, que comenzó la faena de muleta sentado en una silla, realizó una labor entusiasta y que tuvo pasajes estimables. Dejó con habilidad una estocada entera, que necesitó del descabello.

El sexto tuvo buena condición sobre ambos pitones, virtud que aprovechó Rubén Pinar para realizar una labor seria y de recursos, plagada de disposición y firmeza. Muy bien el de Albacete. Bravo el toro y el torero, que protagonizaron una faena que tuvo calado y que fue premiada con una oreja importante.

Pamplona. Viernes, 14 de julio de 2017. Toros de Miura, muy bien presentados y de juego desigual, para Rafaelillo, oreja en ambos; Javier Castaño, oreja y ovación con saludos; y Rubén Pinar, silencio y oreja. Entrada: Lleno.

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