MADRID

Proyección de Ochoa y un buen novillo de Fernando Peña

El madrileño deja la imagen de novillero cuajado y con futuro; Fernando Peña lidió una novillada sin fondo aunque con un buen quinto ejemplar
Gonzalo I. Bienvenida
viernes 10 de agosto de 2018

Fotos: PLAZA 1

El primer novillo de Fernando Peña fue devuelto por falta de fuerza. Carlos Ochoa recibió con la misma buena actitud al estrechón sobrero de El Sierro. Embarcó la embestida con decisión y ganando terreno hacia delante. Se le hicieron las cosas bien en los primeros tercios. Apuntó buena condición pero también falta de fuerza. Tardó en cogerle el pulso el madrileño en una faena larga. La segunda mitad, más asentado el novillo y cogiendo mejor la altura el novillero, llegó el momento de mayor interes. Hubo derechazos templados, sin quebrar tanto el tronco como suele ser habitual en su forma de torear. Al natural protestaba más el novillo y Ochoa mostró inteligencia con los toques precisos. Tras la entregada estocada tuvo que coger el descabello.

La voluntad de Carlos Ochoa se estrelló en el serio cuarto con otro novillo que echó el cierre demasiado temprano. Saludó en banderillas Andrés Revuelta. La faena de Ochoa estuvo bien estructurada. Primero tratando de ligar, después de uno en uno, siempre muy encajado. Al novillo le faltó un paso más para terminar de pasar, no dijo nada. Porfió Ochoa sin eco y lo estoqueó con efectividad.

El de Fernando Peña que hizo segundo fue algo basto de hechura pero bajo. La ancha testuz afeaba la expresión. No permitió de salida asentarse a Marcos que lo pasó con oficio. Se frenaba el novillo y no terminaba de desplazarse. Después su condición fue obediente pero no terminaba de humillar por lo que decía poco su embestida. Marcos brindó al público. Demostró valor el novillero aguantando un parón en pleno muletazo, empujó mucho la embestida y logró ligar muletazos con la mano derecha en el tercio. El novillo se agarró demasiado pronto al piso. Marcos saludó una ovación con ciertas divisiones tras dejar una estocada trasera y tener que emplear el descabello.

Cuajado, montado y armado fue el quinto. Un novillo de Peña que embistió con buena intención en el capote de Marcos que intercaló en el recibo por verónicas una chicuelina previa a la revolera. Colocó la cara en el fino capote de Miguel Martín. En la muleta cogió ritmo, se abrió y tuvo buena condición. Marcos dio muchos pases sin lograr cogerle del todo el aire al novillo. La faena con el mejor novillo de la noche quedó a medio gas. La espada tuvo una fea colocación y tuvo que utilizar el descabello.

De buena hechura fue el tercero de Fernando Peña. Un novillo que tuvo buena condición de salida pero se acobardó pronto en la faena del debutante portugués Diego Peseiro. Antes, puso banderillas con mayor voluntad que acierto. Intervino en un quite de frente y por detrás Carlos Ochoa y Peseiro respondió por chicuelinas. El novillo se agotó y no se pudo ver al portugués que se atascó con la espada.

Cerró el festejo un altote novillo de Fernando Peña que respondió bien al saludo variado y alegre de Diego Peseiro. En el caballo empujó. Esta vez, el novillero portugués estuvo mejor con las banderillas. Ganó la cara y las colocó en lo alto. Se dobló con el en el incio. Después el novillo no tuvo ritmo en la embestida. Se quedó corto unas veces y otras pasó soltando la cara. Manejable dentro de cierto genio. El portugués volvió a quedar inédito. Descabelló varias veces tras un pinchazo.

Madrid. Viernes 10 de agosto de 2018. Festejo nocturno. Cinco novillos de Fernando Peña y un sobrero de El Sierro (1º), desiguales de presentación y escasos de fondo en su manejable conjunto. Carlos Ochoa, palmas tras aviso y ovación con saludos; Marcos, ovación con saludos con alguna protesta tras aviso y silencio tras aviso; Diego Peseiro, silencio y silencio. Entrada: Un cuarto. Saludó en banderillas Andrés Revuelta.

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