FERIA DE OTOÑO

La torería de Aguado y un gran susto de Fortes

El sevillano cuaja una interesante actuación premiada con una oreja; Fortes resulta cogido dramáticamente al entrar a matar al quinto
Gonzalo I. Bienvenida
viernes 28 de septiembre de 2018

Fotos: JAVIER ARROYO

La torería de Aguado volvió a verse en el ruedo madrileño con en el sexto. El sevillano cortó una oreja de mucho peso. Caló por sus formas y por su contenido. Ya con el capote se atisbó la suavidad desarrollada después. El saludo no fue perfecto pero tuvo una belleza impresionante. Aguado firmó un inicio de faena de obra grade. Con ritmo, compás y empaque. El toro humilló con transmisión aunque le faltó ritmo para ser completo. Aguado se entregó sin salirse de su exquisito concepto. Mostró capacidad para imponerse. La torería brotó con la izquierda y con la derecha. Al natural surgieron pases de mucho sentimiento, acompañando con todo el pecho. La muñeca jugó un papel definivo para limpiar la informal embestida. Con la derecha apretó al toro con decisión. Tremendo el calado. La estocada fue la guinda a una faena importante.

Antes, con el que confirmó su alternativa, de nombre “Bolero” de Victoriano del Río, ya dejó muestras de su seguridad, firmeza y decisión ante la cara del toro. Éste que abrió plaza fue alto de agujas, paletón, con buenas hechuras. Muy tranquilo lo saludó con el capote Aguado que se puso a torear desde el principio con el compás semicerrado y una naturalidad que conectó rápido. El quite por chicuelinas tuvo idéntico sabor. Talavante quitó por gaoneras que resultaron tropezadas. El toricantano contestó al padrino con unos preciosos delantales. En la muleta el toro mostró pronto su falta de recorrido y su falta de fondo. Aguado se mostró muy seguro y torero durante toda la faena. La estocada quedó trasera. Saludos.

La nota más amarga de la tarde llegó con la dura cogida a Fortes en el quinto, un sobrero de Conde de Mayalde que le hirió entrando a matar. El malagueño había intentado por todos los medios lucirse con el descastado toro. En el segundo encuentro de la suerte suprema el toro hizo presa sin responder al engaño. No le dejó pasar y el pitón se hundió en la zona del vientre. Ya en el suelo lo buscó con saña derrotando en el pecho del torero en repetidas ocasiones. Con las cuadrillas ya alrededor resultó zarandeado de nuevo. El corbatín y la camisa se deshicieron entre varetazos. Talavante tuvo que descabellar al incómodo toro de Mayalde.

Al tercero, un toro serio, hecho cuesta arriba, tocado arriba de pitones, Fortes lo paró muy asentado, echando el vuelo adelante, llevando la embestida. El remate tuvo empaque. Blandeó en los siguientes tercios el toro de Victoriano. La faena empezó con un estatuario en el que el malagueño tiró al toro. Salió desentendido del desencuentro. Fortes se fue detrás para ponerse a torear directamente. Muy asentado, muy encajado y al mismo tiempo atacado. Faltó planteamiento a la desgarrada faena. Humilló el toro con codicia y Fortes respondió con entrega pero algo faltó ahí. El toro tiró la toalla y se tornó deslucido, aburriéndose con la cara alta. Se diluyó la sensación incial aunque el malagueño firmó una relajada tanda de derechazos finales que tuvieron cadencia. Silencio.

Todo el agradecimiento de la ovación tras el paseíllo se tradujo en frialdad por parte de la afición mientras Talavante recibía por verónicas al altón toro de Victoriano del Río, algo estrecho de culata. La media provocó una tibia ovación. Se protestó la falta de remate y el simulacro en varas. El quite de Fortes por chicuelinas fue largo y apurado, un trago. Trujillo dejó dos pares comprometidos. Talavante inició la faena con la mano izquierda en los medios. Esa tanda y las sucesivas tuvieron más emoción que asentamiento. Con la mano derecha se empezó a centrar Talavante, más encajado y cuidando la colocación. La cumbre de la faena llegó al natural de nuevo. En redondo, pasándoselo por la barriga. Ahora sí. Madrid entró entonces. Una tanda extraordinaria por limpieza y pureza. Otra por entrega, rematada con un pase del desdén mirando al tendido. Tres desplantes consecutivos entre los pitones provocaron las ovaciones más rotundas hasta el momento. Ya cuajado con la izquierda, pinchó trasero antes de dejar una estocada baja que acabó por afear lo realizado. Saludos tras aviso.

Y con el cuarto, con el hierro de Cortés, un toro con alzada y plaza que no se desplazó de salida pese a la buena disposición de Talavante embarcándolo desde el principio, no pudo lucirse dada la condición del animal. Blandeó en varas y llegó renqueante a banderillas. Se pidió la devolución con insistencia, pero Justo Polo no atendió las protestas. El toro perdió los cuartos traseros repetidamente y embistió a media altura sin permitir a Talavante mostrar su toreo. La afición, muy enfadada, increpó al presidente durante la faena. A Talavante se le atascaron los aceros. Pitos.

Madrid. Viernes 28 de septiembre de 2018. Toros de Victoriano del Río y dos de Toros de Cortés (1º y 4º), bien presentados, de juego desigual. Faltos de ritmo en su conjunto y sin terminar de desplazarse. Alejandro Talavante, saludos tras aviso, pitos; Fortes, silencio y herido; Pablo Aguado, saludos y oreja. Entrada: Casi lleno.

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