Desde hace un tiempo, el nombre de Manuel Diosleguarde suena con fuerza y está presente entre los aficionados que buscan novedades y un aire fresco al toreo. Su etapa de novillero sin caballos le abrió numerosas puertas de España y Francia a la par que se alzaba con todos los premios para jóvenes promesas con su entrega y capacidad. Manuel, que en mayo cumplirá los veinte años, realmente se llama Manuel Francisco Sánchez García y lleva ese nombre artístico en homenaje al pueblo de sus padres, muy cercano a Ciudad Rodrigo, su lugar de residencia habitual, aunque durante la semana está en Salamanca, donde aprovecha el tiempo que le dejan los entrenamientos de su actividad taurina para estudiar un grado superior de Salud Ambiental.
– “Una fecha que recuerdo con especial emoción es la tarde de Salamanca de 2017 en la que corté un rabo a un novillo de Espioja, fue como subir un peldaño más”
– “Será un año muy importante; de momento ahí está ya a la vuelta de la esquina la cita en Sevilla, el mejor aval para empezar y ojalá sea la verdadera apuesta para coger ese ambiente que necesito para continuar creciendo como torero”
– “Me encanta torear con Antonio Grande. La rivalidad alimenta a la afición y es bueno crear parejas, de hecho en el toreo ha habido muchas y han sido grandiosas”
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