MÉXICO

Triunfo de Castella y emotivo adiós de Ignacio Garibay en Aguascalientes

Sergio Flores logró cortar una oreja a su primero de Barralva
Suertematador
lunes 06 de mayo de 2019

Fotos: EMILIO MÉNDEZ

En el toro que abrió plaza, Ignacio Garibay nada hizo con el capote. Su faena de muleta la brindó a toda su cuadrilla y equipo de trabajo. El toro se quedaba corto y así siguió por naturales valiente, más toreo derechista esforzado y arrimándose de verdad. Se puso pesado para matar y fue aplaudido tras un aviso. En su segundo, el de su supuesta despedida, lanceó bien con el capote y tras brindarle a su esposa Claudia, Garibay inició doblándose con un complicado barralveño. Intentó de verdad el lucimiento con mucha honradez y vergüenza torera. Falló con la espada y se le ovacionó en el tercio. Regaló entonces un séptimo, de Montecristo, llamado Incondicional, al que veroniqueó con gusto y con el que sufrió un susto, lo mismo que por chicuelinas, y quitó mejor por tafalleras. El trasteo de muleta lo comenzó de manera trepidante con una serie derechista de hinojos y ya de pie ligó pases por el mismo pitón, largos y templados e intercalando adornos. La faena tuvo verdad y mucho sentimiento entre gritos de ¡torero! con reminiscencias de años idos dentro de una carrera honesta a toda prueba y siempre con un sello torero mexicano, el mismo que dejara en todas las plazas en que toreó, desde Torrejón de Ardoz hasta Aguascalientes, pasando por Lima, Madrid y México. Así, Ignacio puso punto final a casi 20 años de alternativa con una estocada honda para que le fueran concedidas las orejas y, tras dar emotiva vuelta al ruedo, se fue a los medios para que su padre y sus hijos le cortaran el añadido.

Sebastián Castella en su primero estuvo voluntarioso con el capote. Buen puyazo de César Morales. A un toro que regateaba las embestidas e iba con la cabeza suelta, el espada europeo le hizo una faena de aguante y valor para terminar aliñando, y matar de pinchazo y estocada honda y trasera, siendo aplaudido. A su segundo, Vomitao, Sebastián lo veroniqueó entre aplausos. En varas picó bien César Morales hijo y, tras el segundo tercio, los banderilleros Gustavo Campos y Fernando García López saludaron. Con la sarga, Castella empezó con pases vaciando por alto y después se dio a la tarea de atemperar las embestidas y cuajó una brillante faena con ambas manos. El toro terminó acobardado y lo finiquitó de soberbia estocada para obtener dos valiosos apéndices.

Sergio Flores a su primero, Goyito, lo lanceó valiente y lo bregó mejor. Con la franela realizó una faena valiente y torera, parándole de verdad por el pitón diestro. Con la mano izquierda se tuvo que imponer al viento, a lo enrazado del toro y a que de pronto se escupía de la suerte. Aún así le sacó pases importantes y cerró con manoletinas. Mató de estocada entera, trasera y atravesada, siendo cogido de fea y peligrosa manera. Fue llevado conmocionado a la enfermería y de ahí regresó para terminar de descabello y cortar una meritoria oreja. Volvió a ingresar a la enfermería y retornó al ruedo para lidiar a su segundo, que brindó a la alcaldesa Miriam Rodríguez Tiscareño, el toro se refugió en tablas. Acabó de dos pinchazos y estocada casi entera para ser ovacionado en el tercio.

Aguascalientes (México). Domingo 5 de mayo de 2019. Feria de San Marcos. Toros de Barralva, cuatro de la línea española, primero, segundo, cuarto y sexto, complicados, y dos, de la mexicana, tercero y quinto, siendo uno enrazado y el otro de buen juego. Un toro de regalo de Montecristo, lidiado en séptimo lugar, de estupendo juego. Ignacio Garibay, palmas tras aviso, al tercio y dos orejas en el de regalo y de despedida; Sebastián Castella, palmas y dos orejas; Sergio Flores, oreja y al tercio. Entrada: Casi tres cuartos.

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