Fotos: JULIO PALENCIA
El Juli hizo un faenón al que hizo cuarto, toro bueno, que rompió gracias al buen hacer del madrileño. Le enjaretó una faena muy por abajo, de extraordinario mando y gobierno. Acabó gustándose mientras el respetable comenzaba a pedir el indulto. El madrileño cogió la espada y perdió los máximos trofeos con ella. El toro, de nombre Jornalero, fue premiado con la vuelta al ruedo.
El primer toro, bien hecho aunque falto de celo y fondo, no permitió a El Juli el lucimiento. El madrileño lo intentó por los dos pitones antes de abreviar.
Perfecto de hechuras fue el muy noble segundo. Manzanares aplicó suavidad, le marcó los tiempos y lo empujó hacia delante con criterio en una faena de alto contenido estético. El alicantino falló con los aceros y todo quedó en una sonora ovación.
El quinto fue un sobrero del mismo hierro que pesó mucho pero se movió bien de salida. Sin embargo, tras el tercio de varas se lesionó la mano izquierda. Esta merma, unida al enfado del público, obligó al diestro alicantino a irse a por la espada tras la primera serie.
Buen toro el tercero, al que toreó perfecto a media altura Pablo Aguado, componiendo, expresando y sintiéndose. Además, realizó remates llenos de torería y duende. El público, metido de lleno en la labor del sevillano, aplaudió la naturalidad y el compás de la obra. Las dos orejas que se antojaban quedaron en dos pinchazos y una cerrada ovación.
Cerró la feria un animal al que se le vislumbró buen aire, aunque su déficit de raza le impidió terminar de desarrollarla. Aguado lo intentó y sacó algún natural de buena factura. El diestro abrevió.
Cuenca, miércoles 28 de agosto de 2019. Feria de San Julián. Toros de José Vázquez. Tres toros de buen juego (2º, 3º y 4º) y otros tres (1º, 5º bis y 6º) aparentemente lesionados en la lidia. Fue premiado con la vuelta al ruedo el que hizo cuarto, de nombre Jornalero, marcado con el número 15, de 514 kg, negro listón y nacido en julio de 2014. El Juli, silencio y oreja tras aviso; José María Manzanares, ovación con saludos en ambos; Pablo Aguado, en la tarde de su reaparición, ovación con saludos y silencio. Entrada: Más de tres cuartos. Al romper el paseíllo sonaron los acordes del Himno Nacional.
