FERIA DE SAN MATEO

La torería de Urdiales y Aguado y la raza sin espada de El Juli calan en Logroño

Riojano y sevillano abrieron la puerta grande tras desorejar a sus primeros toros y el madrileño abandonó el coso a pie tras emborronar con el acero una labor de premio gordo
Luis Ruiz
martes 24 de septiembre de 2019

Abrió plaza un toro parado, deslucido y descastado, con el que El Juli abrevió con buen criterio. Mató de pinchazo hondo y descabello y fue silenciado.

Diego Urdiales le cortó las dos orejas al segundo, un toro noble y colaborador aunque un puntito tardo en su embestida. El riojano llevó a cabo una faena pulcra y bella, con pasajes muy toreros marca de la casa. Los adornos, como los pases de trinchera, aderezaron el conjunto. La estocada fue de premio, arriba y efectiva, y resultó clave para la concesión del segundo apéndice.

Tras el éxito de Urdiales con el segundo, Pablo Aguado no se quedó atrás con el tercero. El de Victoriano, justo de fuerzas, fue protestado en varas pero se vino arriba en banderillas. Supo entenderle muy bien el sevillano, que aplicó a su faena la receta de la suavidad y los tiempos entre las series, sin quebrantar las nobles acometidas del animal. Hubo pinceladas de excelente trazo por el pitón derecho, entrando el público con fuerza en la faena. De uno en uno fueron surgiendo muletazos de gran plasticidad hasta hacerse con la embestida. Una serie en redondo tuvo gracejo, arte y la clase propia del hispalense, quien, con la espada de matar ya en la mano, logró una última serie de naturales de las que tardan tiempo en olvidarse. La estocada, de rápido efecto, dio paso a la concesión del doble trofeo.

El Juli salió a revientacalderas ante el cuarto. Una pena que fallara dos veces antes de enterrar la espada, porque perdió las dos orejas que le hubiesen abierto la puerta grande junto a sus dos compañeros de terna. El madrileño tiró de raza para meterse también al público en el bolsillo. Labor de mucha técnica, facilidad y continuidad, en la que jugó perfectamente con los terrenos y enganchó desde el primer momento al respetable. Las palmas echaron humo con pasajes muy poderosos por los dos pitones, en los que se pasó al toro muy cerca y toreó con mucha verdad. El animal amagó con rajarse, pero Julián supo sujetarle y hacerse con él. En la suerte suprema todo el mundo empujó el estoque, pero El Juli malogró su esfuerzo.

El quinto, bien banderilleado por El Víctor, sacó muy poca fuerza. El toro quería, tenía buena condición, pero su mermada fortaleza le privó del empuje necesario para seguir hasta el final las telas. Urdiales, ante la protestona condición de su enemigo, cortó pronto la faena, dejando una perfecta estocada.

Al sexto tampoco le sobraron las fuerzas, derrumbándose tras la segunda entrada al caballo. Saludó Iván García antes de que Aguado tratara de hacer faena con un ejemplar de difícil lucimiento por su floja condición. Mató de pinchazo hondo y hubo de emplear el verduguillo, siendo en esta ocasión silenciado.

Logroño, martes 24 de septiembre de 2019. Feria de San Mateo. Toros de Victoriano del Río. Bien presentados, nobles pero muy justos de fuerza en líneas generales. Mejores 2º y 3º. Manso con fondo el 4º. El Juli, silencio y gran ovación; Diego Urdiales, dos orejas y silencio; y Pablo Aguado, dos orejas y silencio. Entrada: Tres cuartos. Saludó Iván García tras parear al sexto.

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