FERIA DE FALLAS
(Foto: Rullot)(Foto: Rullot)

Puerta grande para un sólido José Garrido en Valencia

Excelente novillada de El Parralejo que lidió un encierro que contó con Manijero, un novillo premiado con la vuelta al ruedo
Jorge Casals
miércoles 12 de marzo de 2014

VÍDEO RESUMEN DEL FESTEJO

FOTOS DE RULLOT DEL FESTEJO

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Hasta cinco novillos con muchas opciones saltaron al ruedo. Importante la novillada de El Parralejo, con un fondo de bravura y nobleza, e importante la dimensión ofrecida por José Garrido, un novillero muy hecho y maduro que atesora cualidades que le auguran un futuro prometedor.

El extremeño caminó por la plaza como si de un matador de toros se tratase. Tiene valor y le funciona la cabeza. Supo darle a cada novillo su lidia, sabiendo administrar los tiempos y llenado el escenario con torería. Su toreo tiene gusto y cadencia, acompañando con una cintura privilegiada.

Además de todo eso, tiene un capote que se cotiza, como se pudo comprobar con su primero, con el que se fue a los medios toreándolo a la verónica muy encajado. No le importó al extremeño gastar las fuerzas del toro en un turno de quites de máxima competencia y rivalidad con Román. Vibrante el toma y daca, pocas veces visto en las plazas. Garrido llevó al novillo al caballo por chicuelinas al paso y entró Román con dispuestas caleserinas; replicó Garrido por chicuelinas de buen juego de muñecas rematadas con una media de carte e invitó al valenciano, que quitó por gaoneras, abrochando Garrido después con verónicas largas en las que echó los vuelos del capote adelante. Un quite para el recuerdo.

El novillo fue excepcional, de una gran clase, humillador y con fijeza. Acusó el quite, pero duró lo necesario para que el extremeño lo aprovechase jugando bien los tiempos. Hubo encaje y despaciosidad. Supo dejarle la muleta adelante para enganchar sin tirones los muletazos. Tras una buena estocada y descabello, paseó una oreja.

Volvió a torear muy bien a la verónica al sexto, que tuvo un fondo de bravura y clase que supo sacar Garrido en la muleta, para dejar de nuevo patente su estado de plena madurez y cuajo. Toreó con gusto el extremeño, acompñando con el cuerpo y la cintura. Embraguetado. Faena muy sólida, de torero hecho. Estocada. Dos orejas. Firme el paso de Garrido por Valencia.

El quinto, “Manijero” nº 45, fue un gran novillo, encastado, bravo, de gran clase y repitiendo con celo. Muy entregado a la muleta de Francisco José Espada, que se fue a recibirlo a portagayola. Entró en quites Garrido por saltilleras. Quiso el novillo autoridad y mando por lo que lo mejor llegó cuando el madrileño le bajó la mano y lo llevó largo, dejándole la muleta adelantada, ligando sin soltar.  Bien sobre la diestra, muy encajado. Con la izquierda bajó el tono de la faena. Coronó su actuación de estocada al segundo intento. Oreja y vuelta al ruedo al novillo.

Muy pocas opciones tuvo Francisco José Espada con el que hizo segundo, el peor del conjunto, un novillo deslucido, sin clase alguna, protestón y que soltó la cara. El madrileño estuvo voluntarioso, queriendo en todo momento, dentro de una faena de poco eco.

Román se despidió como novillero de su tierra con mal sabor de boca. Su afán de triunfo le jugó una mala pasada y no siempre le salieron las cosas; tampoco le entró la espada así que se fue de vacío de esta feria. Fue silenciado tras pasaportar a su primero, que tuvo bondad y prontitud y frente al que el valenciano estuvo entregado y dispuesto en una labor de más fibra que lucimiento. Pinchó al primer encuentro y se tiró con rectitud y verdad después, cobrando una estocada y una fea volterera sin consecuencias.

Tuvo el triunfo en la mano con el cuarto, pero se lo llevó la espada. Importante fue el de El Parralejo por su repetición y largo recorrido. Metió la cara con mucha calidad. Román toreó con mando, bajando la mano y queriendo dar largura y profundidad al muletazo. Con la zurda dejo algún natural de su sello, enganchando adelante y dejándolo atrás con buen muñequeo. Hubo carácter y mucha disposición en la labor del valenciano.

Valencia. Miércoles 12 de marzo. Novillos de El Parralejo, muy bien presentados, rematados y redondos. De buen juego en general todos salvo el 2º, desclasado; el quinto, “Manijero”, nº 45, castaño bragado, de 410 kilos, bravo y de gran clase, fue premiado con la vuelta al ruedo. Román: Silencio tras aviso y ovación con saludos; Francisco José Espada: Silencio tras aviso y oreja tras aviso; José Garrido: Oreja tras aviso y dos orejas. Entrada: Un cuarto. Tarde lluviosa. Se guardó un minuto de silencio en memoria del veterinario fallecido Enrique Ezpeleta.

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