MADRID.- CIERRE DE TEMPORADA

Robleño y Aguilar, últimas vueltas al ruedo del año

Tres toros de Palha de buena nota -dos por encastados y otro por noble- y anodina actuación de Arturo Macías
Aleyda Baz
domingo 16 de octubre de 2016

Fernando Robleño, cogido a portagayola por el primero.

PARTE FACULTATIVO DE FERNANDO ROBLEÑO

VÍDEO RESUMEN DEL FESTEJO

FOTOS DE JAVIER ARROYO DEL FESTEJO

Fotos: JAVIER ARROYO

Con susto empezó la última tarde de la temporada en Madrid. Fernando Robleño recibió a portagayola al primer toro de Palha, situado casi en el terreno de los medios. El animal le prendió por la axila derecha provocándole una cornada de 10 centímetros en región “posterolateral tórax derecho”, que afortunadamente no le impidió continuar la lidia. Despojado de la chaquetilla, la siguió el madrileño por abajo. Sobre las piernas. El de Palha respondió en el caballo, donde se le castigó en demasía. Y, en la muleta, siguió con bravura. Lo dominó al principio Robleño, sobre todo por la diestra, logrando series profundas. Por el izquierdo, punteó en alguna ocasión y, de nuevo con la diestra, el toro exigió colocación y toques, que recibió en ocasiones por parte del madrileño. Mató de estocada entera pero desprendida. Ovación al toro en el arrastre. Vuelta al ruedo tras petición para el madrileño. Tras ella, pasó a la enfermería para ser revisado.

En el cuarto, hasta el momento de la muleta mandó el descontrol. Primero porque el toro hizo caso omiso de capotes y fue picado primero por el que guarda la puerta. Tras una serie de capotazos, uno de cada torero presente en el ruedo, consiguen clavar poco a poco las banderillas. Incluso una de ellas, voló y se quedó enganchada en la parte final del rabo del toro hasta la segunda tanda con la muleta. Ahí, Robleño se encontró con un toro soso, sin clase, que buscó las tablas desde el principio y apretó hacia adentro. Lo aguantó en los medios el madrileño pero sin repercusión ninguna. De uno en uno. Y eso, si le sumas sosería, no llega. Estocada casi entera caída. Silencio.

Otro excesivo castigo en el caballo recibió el segundo, otro toro encastado de Palha que fue despedido con una sonora ovación. A éste, Arturo Macías le dejó unas chicuelinas que se sumaban a las gaoneras del quite en el otro toro. En la muleta, logró tandas firmes y de calidad. Pero sólo las dos primeras por el derecho. Luego, imperó la casta y el querer embestir cada vez más seguido. Por eso, para ligar, el mexicano modificó su colocación y dejó de cargar la suerte, algo que fue recriminado por el respetable. También destacó alguno por el izquierdo pero sin continuidad. La estocada, entera y caída. Y, como el anterior, el toro de resistió a la muerte hasta el último segundo.

El quinto pedía firmeza, pocas dudas, mucho mando y mano baja. Y, sin ser un toro de triunfo, (porque cuando se veía podido levantaba la cara), aplicando esa mezcla, igual hubiéramos visto algo más. Lo intentó Macías pero se le criticó de nuevo la falta de colocación y el retrasar la pierna. Eso, al principio. Luego, que es peor, no se le prestó siquiera atención a eso. Actitud intachable del mexicano, que dejó buenos lances pero quedó en eso. No estuvo acertado con los aceros. Silencio tras aviso.

Nada que ver el tercero de la tarde con sus dos hermanos primeros. Complicado, reservón. Una prenda. Ante él, un Alberto Aguilar muy firme, sin dudas, siempre bien colocado, que aguantó miradas y no se movió cuando el Palha se dedicó a escarbar y a esconder la embestida. O la pasada. Porque no bajó la cara en ningún momento. Siempre con derrotes. Aguilar, un tío.

El buen sabor de boca para cerrar temporada y ciclo empresarial lo dejó Alberto Aguilar en el sexto con la mano izquierda. Tras brindar la faena al cielo y al público y ver que por el derecho no tenía posibilidades, el torero se centró en el izquierdo y en la zurda para dejar unas series de naturales de cartel. Con temple, sin tirones, de adelante a atrás. Pasándoselo cerca. También el de Palha ayudó a que así fuera: noble, con clase y recorrido. Y mucha entrega. Lástima que se le atascaran los aceros. Vuelta al ruedo tras aviso para el madrileño.

Madrid, domingo 16 de octubre de 2016. Cierre de temporada. Toros de Palha. 1° y 2°, bravos y ovacionados en el arrastre. 3º, descastado. 4º, manso y soso, pitado en el arrastre. 5º, soso. 6º, noble. Fernando Robleño, vuelta al ruedo tras petición y silencio; Arturo Macías, pitos y silencio tras aviso; y Alberto Aguilar, ovación con saludos y vuelta al ruedo tras aviso. Entrada: Un tercio.

PARTE FACULTATIVO DE ROBLEÑO. “Herida de 10 cm. en región posterolateral tórax derecho no penetrante en cavidad. Pronóstico leve que no le impide continuar la lidia”.

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