“Es una desgracia tremenda y sobre todo sentimos una tristeza enorme. Ver perder la vida a un hombre así, con 36 años, en la flor de la vida, es una tristeza tremenda, tremenda. Es una pérdida muy importante para el mundo del toro, una pérdida irreparable de un compañero y de un hombre”. Son palabras de Juan Antonio Ruiz “Espartaco”, que este lunes por la mañana se ha erigido en portavoz de los toreros en el tanatorio de Amurrio, donde está siendo velado el cadáver de Iván Fandiño.
“Esta profesión es muy dura, tiene partes muy bonitas, momentos muy bellos; te da muchas recompensas en tu vida personal, pero se muere de verdad”, ha manifestado el maestro a los micrófonos de Toros. “El toro está ahí, él pierde la vida pero también los toreros se la juegan de verdad. Esto es duro, los toreros cuando nos vestimos de luces -yo ya no porque estoy retirado- tienen un mérito fuera de lo normal, son seres muy especiales y ponen toda su vida en ello por engrandecer la Fiesta y el toro”.
“Iván ha dado su propia vida, los toreros exponen todos su vida ante el toro y por eso debe respetarse esta profesión. No hay que olvidar nunca que los toreros son una gente extraordinaria y que ponen en juego su vida cada día y tienen un mérito enorme”, ahondaba Espartaco.
La incredulidad reinó en todo el mundo del toro cuando saltó la noticia del fallecimiento de Iván: “Esto no, esto no se puede aguantar nunca. Cuando sucede intentas sobre todo olvidar, que no se olvida, y pensar en no coincidir en el ruedo donde acontece. Pero olvidar a nuestro compañero nunca lo olvidamos porque indudablemente todos los que han caído han engrandecido nuestra profesión con su vida”.
Espartaco concluía diciendo, emocionado: “Era un grandioso torero, con una capacidad extraordinaria y una seriedad y una forma de concebir el toreo ejemplar. Hizo muchísimos esfuerzos y ahora nos deja el legado de su grandeza. Nunca le olvidaremos. Para nosotros estará en nuestros corazones. Es una persona grande y espero que, esté donde esté, le saquen por la puerta grande”.
