La noche del 7 de julio de 1963 ardieron las andanadas de las Ventas. Fue un incendio provocado. Una colilla sin apagar colocada sobre un montón desbaratado de almohadillas de la bocana de una grada de sol. A punto de cumplirse los cincuenta años del incendio, y poco antes de morir, en marzo de 2012, Aquilino Sánchez Nodal, testigo presencial, dejó contado con detalle y gracia el suceso en Internet. En prosa viva, rica y sencilla. El incendiario fue detenido la misma noche del fuego. Se encontraba entre los cientos de curiosos que contemplaban entonces la escena infernal. No trascendieron sus señas de identidad. Las llamas de las Ventas se distinguían desde El Escorial, una distancia de 50 kilómetros.
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2078
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2078 para iPad
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2078 para Android