En 2017 Rocío Gandarias recuperó los clásicos premios Mayte Commodore en el emblemático edificio de la comúnmente conocida Plaza de los Delfines de Madrid. El premio de mayor importancia fue a parar a las manos de Enrique Ponce como triunfador absoluto de la temporada pasada. El galardón lo recibió de manos de Íñigo Méndez de Vigo, ministro de Educación, Cultura y Deporte, al que agradeció su presencia en el acto y su constante apoyo a la tauromaquia tanto a título personal como desde el Ministerio. En su discurso contó entre risas que en su día recibió el premio Mayte Commodore cuando aún no había nacido Ginés Marín, en palabras del propio maestro: “Recuerdo venir a este lugar en una gala con mucha categoría, como esta, y que Lola Flores me entregó el premio. Fue importante para mí del mismo modo que hoy os agradezco que me hayáis premiado una temporada tan especial”. Al final de su intervención recordó a Iván Fandiño y animó a todos los presentes a sentirse unos privilegiados por tener la sensibilidad de apreciar el arte en el toreo.
Rocío Gandarias, aficionada y empresaria, quiso homenajear con un galardón a Pepe Luis Vázquez a quien entregó el Premio a la Naturalidad por la obra firmada por el maestro sevillano en Granada en el Corpus del 2017. Pepe Luis agradeció el detalle aunque reconoció que no sentía que fuese merecido: “Mi naturalidad no es un mérito mío si no que se trata de una cualidad heredada por lo que quiero compartir con mi padre este premio. No me cuesta torear natural, es mi forma de entender el toreo. Hace 40 años desde que maté mi primer becerro, desde entonces no he parado de torear hasta nuestros días porque creo que un artista siempre tiene la necesidad de crear”.
María Pilar González del Valle, Marquesa de la Vega de Anzo y miembro del jurado, entregó a Ginés Marín el premio al torero revelación del 2017. Ginés Marín expresó su agradecimiento y quiso destacar que esta clase de premios le aportan “salud, ganas e ilusión para continuar hacia delante en esta dura pero bella profesión”.
Los jóvenes matadores de toros Pablo Aguado y Colombo fueron premiados por sus méritos conseguidos de novilleros. Al primero le entregó el premio que se destina a los jóvenes valores el legendario restaurador Lucio y al segundo el premio al mejor novillero del año de manos del ganadero y empresario Pedro Trapote.
La ganadería premiada fue Torrestrella, propiedad de Álvaro Domecq, que recibió el trofeo de manos de Javier Aresti. Dijo que Torrestrella tiene futuro: “Tengo 20 nietos que están alrededor del toro todo el día”, como muestra de que sus familiares más jóvenes se crían con afición por el toreo.
El galardón al mejor rejoneador fue a parar a manos de Lea Vicens, que expresó emocionada su sentimiento: “Gracias a todos, es un orgullo recoger este premio porque antes que mujer me siento torero por encima de todo y este premio es lo que reconoce”.
Cayetano Rivera fue premiado por el ejemplo que dio en Bilbao al pedir a Iván García (también galardonado como mejor banderillero) que pusiera las banderillas con la bandera de España. Al subalterno le entregó su galardón el presidente del Club Paul Ricard de Madrid, Jorge Mantilla.
En el acto también se reconoció la trayectoria profesional de don Ángel Peralta, quien por motivos de salud no pudo asistir a recoger el premio. En su nombre lo hizo el joven amigo de la familia Juan Pedro González.
Además de la presencia del Ministro, entre los asistentes también acudieron Pedro Trapote, Fernando Bautista, José María Álvarez del Manzano, Cristina Sánchez, Lucio Blázquez, Manuel Ángel Fernández, director de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, Josele Núñez, Javier Moreno, Juan José Rueda, Íñigo Sepúlveda, Javier Sánchez Arjona y numerosos ganaderos, toreros, empresarios y aficionados a los toros.
El acto ha sido presentado por Vicky Martín Berrocal y por Elena Salamanca.
