CAMPO PEQUENO

Manzanares y Morante, solo un brillante tercio de quites en Lisboa

Deslucida corrida de Paulo Caetano, que dio al traste con el cartel más esperado de la temporada
Andrade Guerra
viernes 06 de julio de 2018

Fotos: JOAO SILVA

El cartel más importante del abono de Campo Pequeno no alcanzó, ni mucho menos, las cotas artísticas que todos esperaban. Esta vez, los toros de Paulo Caetano, que han cosechado varios triunfos en las últimas temporadas, dieron casi completamente al traste con las ilusiones de toreros y aficionados. La corrida desarrolló mucha nobleza, pero le faltó recorrido y chispa.

Los momentos más brillantes de la noche se vivieron con el sobrero que cerró plaza, cuando Morante y Manzanares rivalizaron en quites demostrando la grandiosidad de sus estilos.

Poco más hay que contar. Morante cuajó una estética faena, aunque intermitente, frente al segundo, que tuvo embestidas francas pero sin terminar de romper. El genio de La Puebla las aprovechó para dejar patente su arte y naturalidad. Rehusó la vuelta al ruedo que le fue concedida. Volvió a intentarlo en el quinto y en el séptimo, toro que regaló la empresa, y de nuevo hubo bellos chispazos pero sin continuidad.

Manzanares porfió con el manso tercero, sin aburrirse, ligando algunas series bien compuestas aunque sin redondear. El sexto, además de haber levantado una bronca por su falta de trapío, no le dio opciones. Finalizado el festejo, los aficionados ovacionaron cariñosamente a los dos toreros.

En la lidia ecuestre, las cosas rodaron bastante mejor, sobre todo durante la muy lucida faena que Joao Telles hijo instrumentó al codicioso cuarto, al que supo entender a la perfección. Se le vio muy seguro en la preparación y ejecución de las suertes, dando muestras de su madurez artística. Correcto estuvo ante el que rompió plaza, que transmitía poco. En conjunto, una buena actuación.

Los forcados Amadores del Aposento de Chamusca realizaron con mucha eficacia dos pegas de cara.

Lisboa (Portugal). Jueves 5 de julio de 2018. Toros de Ribeiro Telles, para rejones, bien presentados, cumplieron; y de Paulo Caetano, para la lidia a pie, nobles pero mansos en distintos grados. Joao Telles hijo, vuelta y vuelta. Morante de La Puebla, ovación con saludos en los tres; José María Manzanares, palmas, silencio y ovación de despedida. Entrada: Tres cuartos de plaza. Al iniciarse el festejo se rindió homenaje al maestro Curro Romero, quien recogió una atronadora ovación.

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