El campo bravo llora la pérdida del fundador del hierro de El Torreón, Felipe Lafita. Carlos Núñez, presidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia, afirma: “Una mañana de primavera de 2002 tentábamos en Tapatana, placita de tientas en el mismo sitio que mis antepasados comenzarían la maravillosa historia de la selección del toro bravo allá por 1766… Aquella mañana tentaba un torero, César Rincón, al que tenía y tengo un aprecio personal muy superior al que le tengo como figura máxima del toreo que fue, y en su compañía venía Felipe. Cuando salió la 593-Interesada galopando a los vuelos del maestro, entre Felipe y yo, sin apenas hablar, se tendió una conexión universal de obsesión por la bravura enclasada. Entonces ni se me ocurría imaginar que tras él y otros grandes ganaderos que llevaron la Unión, yo muchos años después sería cuatro años presidente de la U en Andalucía y ocho en Madrid. Hoy que te has ido, Felipe, recuerdo esa mañana con melancolía. Gran ganadero de El Torreón y amigo, Dios te tiene seguro en su gloria”.
Por su parte, el ganadero y empresario José Luis Lozano ha destacado del ganadero desaparecido: “Definiría a Felipe Lafita con dos calificativos: educado y muy buena persona. Nos conocimos hace muchos años y siempre demostró que antes de ganadero, él era un gran aficionado. Compartimos muchas tertulias, viajes, etc… y Felipe era una persona que sabía escuchar y tenía una opinión muy sincera. En las tertulias era apasionado con los toreros pero siempre con una gran educación. En 1994 los ganaderos le elegimos como presidente de la UCTL en un momento complejo, precisamente porque era amigo de todos y era una figura que siempre trabajó para defender a la institución”.
