La Pincelada del Director
"Los empresarios se rearman después de muchos años de personalísima inacción"."Los empresarios se rearman después de muchos años de personalísima inacción".

Avanzamos o reventamos

El desgaste de los años de inacción y ombliguismo, el ande yo caliente y ríase la gente, y la aparición de una corriente de opinión contraria al toreo de una capacidad de destrucción impensable, nos ha llevado al borde del abismo
José Luis Benlloch
lunes 31 de diciembre de 2018

Seguimos en tiempos de buenos deseos. Está bien pero habría que ir más allá. Lo siguiente es la acción. Camina o revienta es frase atribuida a El Lute, pues eso mismo vale, avanzamos, levantamos la mirada y actuamos o reventamos. El bla, bla, bla y hasta el año que viene no sirve ni ha servido nunca, solo que hasta ahora la fuerza intrínseca del toreo arreglaba lo que nadie arreglaba, pero hasta aquí llegó la riada, el ambiente hace pensar que estamos en la cuota cero, no va más. La reacción es obligada, lo actual no es que sea absolutamente malo, que no lo es, hay buenos toreros, algunos muy buenos, un manojo de excelentes ganaderías, empresarios que se han dado cuenta de que hay que adoptar estrategias más actuales y otros no tanto, aficionados sensibles a la realidad y al toreo, pero todo eso comienza a ser insuficiente. El desgaste de los años de inacción y ombliguismo, el ande yo caliente y ríase la gente, y la aparición de una corriente de opinión contraria al toreo de unas dimensiones y capacidad de destrucción impensable, han variado el panorama de una manera radical y nos ha llevado al borde del abismo. Tanto, que algunos de los que últimamente se han destacado como arietes de destrucción taurina de manera impune, han comenzado a pensarse si no han llegado demasiado lejos y no por convencimiento sino por interés. Me refiero a la clase política que mide la ética, moralidad e interés general en votos, tanto votas tanto vales. Y ahora mismo los valores taurinos en su bolsa han comenzado a cotizar al alza. Esa es una reversión que hay que aprovechar. Por todo eso, el año que entra se antoja clave. Por todo ello hay que dar el paso al frente, el bla, bla, bla navideño tiene que dar paso al ¡silencio, se actúa! o ¡silencio, se labora!

La clase política que mide la ética, la moralidad y el interés general en votos, tanto votas tanto vales, ha comenzado a pensar si no ha llegado demasiado lejos. Es una reversión que hay que aprovechar

Uno, servidor al menos, tiene esperanzas, cree, acepta que se hacen cosas, que seguramente de manera individual no resuelvan pero sumadas tienen, seguro, que reconducir el rumbo de esta deriva. No quiero referir, sería cansino, todo lo que ha habido que lidiar hasta llegar vivos hasta aquí, guerras, democracias, dictaduras, monarquías, repúblicas, corrientes literarias a favor y en contra, y hasta la misma Santa Iglesia a la que recientemente recurría una prócer de Valencia de mucha influencia pidiendo poco menos que nos excomulgasen a todos los aficionados a los toros. ¡Qué menos! La boutade, por estrafalaria o risible, no deja de ser preocupante viniendo de quien venía pero tiene su lectura buena, es la muestra de que se les acaban los argumentos, de que están perdiendo los papeles y andan dispuestos a todo hasta el límite del mismísimo ridículo. No es el único caso, para aprobarse una ley en les Corts Valencianes ha habido que poner por escrito, en el articulado nada menos, que en esta tierra no habrá Toro de la Vega, tal cual, como si el Toro de la Vega fuera de Tordesillas siguiese siendo Toro de la Vega. ¿Qué pensarán sus señorías qué es el Toro de la Vega?… Es evidente que su voluntad de intervenir, influir, manipular, joder… no tiene límites ni teme al ridículo. Este caso también emite buenas señales, cedieron. Si no hay Toro de la Vega en la Comunidad Valenciana vale, tampoco lo hubo nunca.

Una prócer de Valencia ha recurrido hasta a la Iglesia pidiendo poco menos que nos excomulgasen a todos los aficionados, ¡qué menos! La boutade, por estrafalaria o risible, no deja de ser preocupante viniendo de quien venía…

Y las predicciones sobre la tormenta no son malas. Se hacen cosas, se antoja que en la buena dirección: se asegura que la Fundación, más allá de defender la causa en los tribunales, avanza en la creación de un lobby en el Congreso; la Unión ha puesto una pica en Flandes, en este caso en Bruselas, para defender el toro; los empresarios se rearman después de muchos años de personalísima inacción; de los matadores, los más concienciados, se han incorporado a la Fundación; los banderilleros andan enfrascados en temas más domésticos pero se supone que se sumarán a las acciones necesarias; los aficionados en realidad no dejaron de actuar… Y todos juntos acabarán, seguro, moviendo el carro atascado. Parece que escampa.

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