La Pincelada del Director

Radiografía de una esperanza (y II)

Si valorásemos en conjunto las ferias de Valencia y Castellón se podría decir que no falta nadie. Por separado ya…
José Luis Benlloch
lunes 04 de febrero de 2019

Lo de Castellón y Valencia es un caso. Dos ferias tan próximas en el tiempo y en el espacio parecen una sola, escribí en Las Provincias. Veinte días de toros, para que luego hablemos de decadencia, pondrán sobre la Comunidad Valenciana los focos del mundo taurino. Si las valorásemos en conjunto se podría decir que no falta nadie. Por separado ya hay más opción a la polémica y a la queja: en la Plana se echa de menos una novillada, eso debería ser obligación de las grandes empresas, que no lo deberían entender como pérdidas sino como inversión y falta alguna novedad; en Valencia, en donde sí hay novilladas y abundan las novedades, se echa a faltar más repeticiones de las figuras, pero sorber y soplar todavía no es posible.

En Valdemorillo el Ayuntamiento ha dado un paso al frente y ha cerrado una feria con nivel. Perder esa feria hubiese sido un crimen de lesa tauromaquia

Me gusta el cartel de Valdemorillo. Las joyas de la tradición hay que cuidarlas y preservarlas y es lo que se ha hecho ante la tormenta político/administrativa que se había desencadenado en torno a la Candelaria. El Ayuntamiento, con Gema Gómez a la cabeza, ha dado un paso al frente y ha cerrado una feria con nivel. Que Valdemorillo se quedase sin toros hubiese sido un crimen de lesa tauromaquia, absolutamente intolerable. Y no les ha salido nada mal, al contrario, la feria tiene su punto. Un cartel interesante, Curro Díaz, Del Álamo y Román, y un cartel de impacto, una corrida de Miura para un mano a mano entre Escribano y Pepe Moral. Además habrá una novillada, detalle que se agradece especialmente. Tal y como estaban de embolicadas las cosas de la política es un milagro de la alcaldesa Gema Gómez y desde luego cuestión difícil de descifrar desde la ciudadanía terrenal si tenemos en cuenta que por el camino ha contado con el apoyo de Progresistas, Sí se puede, IU y Ciudadanos, y la abstención de los ex del PP y del PSOE. ¿Quién me compra ese embrollo?… Son los raros e ininteligibles meandros de la política. Olivenza por su parte, fiel a la personalidad que la situó en el mapa taurino, oferta un año más una sobredosis, una feria intensiva, mañana y tarde, un cúmulo de figuras y más figuras y espacio para los emergentes.

Bien. No empieza mal el año. Ilusiona; e ilusión es, precisamente, lo que hace falta para revertir la ola de estupidez anti que nos invade.

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