De vez en cuando la actualidad nos ofrece alguna buena noticia para el toreo, que demuestra que la justicia no se la puede saltar nadie a la torera. Que se lo pregunten a la arriscada concejala de Catarroja, Datxu Peris, a la que la más alta instancia jurídica ha confirmado la sentencia condenatoria, emitida en primera instancia, sobre las ofensivas opiniones de la citada edil vertidas por Internet, sobre la muerte del joven matador de toros Víctor Barrio en la plaza de Teruel, recurrida por la misma. Sentencia que correspondía a la demanda de la FTL en representación de la familia del torero.
Está visto que los tiempos en que hasta los más cobardes se volvían valientes escudándose en las redes sociales tocan a su fin. La citada concejala deberá abonar 7.000 euros y correr con todos los gastos del procedimiento jurídico por su atentado al derecho al honor del torero corneado y muerto en el ejercicio de su profesión. Y es que ni ser diputado ni estar en posesión de un portal o de una página web da patente de corso para insultar, vituperar y ofender a nadie. El caso de Datxu Peris puede ser un aviso a navegantes, que ya iba siendo hora de que se produjera.
Los insultos y las auténticas salvajadas que se han proferido impunemente durante años sobre los toreros, los aficionados y la Fiesta en general parece que han tocado a su fin. Que la FTL salga en defensa del derecho al honor de los protagonistas del espectáculo taurino es un dato positivo, que puede ser sustancial para que se tienten la ropa los que están avasallando el mundo de la Tauromaquia, escudados en un falso “mascotismo”. Aprovecharse de un cargo público solo para medrar, tratar de subvertir la legislación vigente o ir contra todo lo que no es del gusto de los internautas asalvajados, comienza a tener “premio”. Todavía hay jueces en España. Aviso a navegantes…
