FERIA DEL CORPUS

Tarde antológica de José Tomás en Granada

El torero de Galapagar firmó por todo lo alto su regreso a los ruedos en la Monumental de Frascuelo, dejando una tarde de seis orejas y un rabo
Mª Dolores Martínez
sábado 22 de junio de 2019

Fotos: ARJONA

El rejoneador Segio Galán tuvo que arriesgar para llegar a jurisdicción y aguantar los arreones del manso ejemplar de Pallarés. Valiente y decidido, se lució en las largas con Ojeda y Titán, y en las cortas con Óleo. Brindó la muerte del toro a José Tomás. Colocó un rejón de muerte defectuoso y fue ovacionado.

Impresionante el respetuoso silencio que había en la Monumental de Frascuelo cuando apareció en escena José Tomás. Brindó la muerte del toro al respetable, que lo ovacionó en pie. Muy pronto se convirtió en todo un clamor por la impavidez con que el maestro de Galapagar recetó seis soberbios estatuarios arriesgando al máximo en el centro del anillo ante un toro noble de Núñez de Cuvillo, aunque justo de fuerza. Al mando de los naturales se sumó un toreo rotundo con la diestra, de mano baja, en la que arrastró los vuelos con enorme suficiencia. A ello se sumó el primoroso y despacioso toreo de capote, donde las verónicas de recibo, las tafalleras y la serpentina del quite también marcaron distancia. Mató en todo lo alto y se aseguró la puerta grande con las dos orejas que paseó.

Ni se inmutó el José Tomás cuando el de Garcigrande le pegó un arreón junto a tablas tras recetarle una estocada desprendida. Ni más puro ni más lento se podía torear a la verónica a este astado, que pareció hasta dulce en sus manos pese a que le punteaba los engaños. El apretado quite por gaoneras dio paso a un trasteo en el que le puso la muleta en el hocico para tirar con enorme poder de cada pase. Antológicos los cambios de mano que dieron inicio a naturales que parecieron eternos y pusieron en pie a la plaza. Dos orejas y la locura nuevamente en los tendidos. Saludó el banderillero Sergio Aguilar, quien vivió momentos de apuro cuando a punto estuvo de ser arrollado por este astado en el último par.

Sergio Galán sí encontró en el cuarto, de Benítez Cubero, el material idóneo para desplegar toda su tauromaquia. El astado tuvo celo, duración y transmisión, y desde un principio pareció coserlo a la grupa. Emocionante el recibo con Alcotán, enroscado al burel y vibrantes las banderillas que clavó con gran seguridad y en todo lo alto con Embroque y Ojeda. Precioso el cite con Apolo en las banderillas a dos manos y segurísmo también en la colocación de las dos rosas. Una lástima fue que el rejón de muerte no cayera tan certero porque los cinco pinchazos que recetó le robaron dos orejas seguras.

El quinto, de El Pilar, ya auguró que no sería un toro fácil ni apto para grandes florituras desde que José Tomás se abrió de capa. Vicente González la recetó un gran puyazo, que se ganó la ovación del público, y cuando el astado llegó a la jurisdicción del matador el de Galapagar tuvo que apelar a la versión más lidiadora y dominadora para quedarse en el sitio e hilvanar con gran mérito las remisas embestidas. Tras una estocada tendida y un descabello, saludó una ovación. También hizo lo propio en el tercio de banderillas Miguel Martín.

Cuando José Tomás bajó la cabeza y metió el mentón en el pecho para recetar los estatuarios que remataron su labor, el de Galapagar y toda una plaza parecían estar en trance. Un deleite para los sentidos toda la labor del madrileño ante un gran ejemplar de Núñez del Cuvillo al que sacó a los medios de capote, con verónicas al delantal, en medio del delirio del tendido. Toreo en estado puro y de alto voltaje emocional, cuyo quite por saltilleras y su larga cordobesa fueron el prólogo de una faena antológica, premiada con los máximos trofeos. No se puede torear mejor que como lo ha hecho hoy en Granada José Tomás. Paseó los trofeos con la plaza en pie.

Granada. Sábado 22 de junio de 2019. Feria del Corpus. Toros de Benítez Cubero y Pallarés para rejones y de Núñez del Cuvillo, El Pilar, Garcigrande y Domingo Hernández para la lidia a pie. Destacaron por su gran juego el cuarto de Benítez Cubero y el sexto de Nuñez del cuvillo. El rejoneador Sergio Galán, ovación y ovación; José Tomás, dos orejas, dos orejas, ovación con saludos y dos orejas y rabo. Entrada: Lleno de no hay billetes. El respetable recibió con una enorme ovación al torero de Galapagar, que fue obligado a saludar. Saludó el banderillero Sergio Aguilar tras parear al tercero, y Miguel Martín en las banderillas del quinto.

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