FERIA DE SAN MIGUEL

Ángel Jiménez, ante su alternativa: “Quiero que el público se ilusione conmigo”

“Soy consciente de las circunstancias que hay ahora mismo en el toreo, pero confío en mis condiciones, sé que tengo un escaparate muy bueno... ya solo depende de mí”, afirma
Rocío Fernández
martes 24 de septiembre de 2019

Subrayado y con exclamaciones. Así debe de aparecer este mismo 29 de septiembre en el calendario de Ángel Jiménez pues se trata de una fecha que la llevará consigo de por vida. La fecha del cambio, del crecimiento. La fecha de la alternativa. Y qué alternativa. En la Maestranza de Sevilla con un padrino y testigo de inmensa categoría. Juli y Morante ante toros de Daniel Ruiz en plena Feria de San Miguel. Un día de relumbrón que aguarda el ecijano como agua de mayo.

Nunca antes había esperado con tantas ansias el final de septiembre. Lo que para muchos es el fin de una época de ocio y diversión para Ángel Jiménez es el inicio de una nueva etapa. De una nueva vida, como él mismo apunta. Y es que este domingo, 29 de septiembre, cambiará de escalafón para entrar a lo grande en el cotizado gran circuito. Donde se miden los toreros que el ecijano ha admirado desde su más tierna infancia. “Es una fecha que espero con mucho entusiasmo. No pienso en lo que vendrá, me gusta vivir mi día a día, aunque lógicamente te vienen destellos de ese compromiso que tenemos todos los toreros ante algo así. Pero no dejan de ser lógicos, al fin y al cabo el toreo es esto y hay que sobreponerse a todo ello si no, no puedes estar en la profesión”, admite el sevillano.

Irremediablemente la presión y la responsabilidad están presentes puesto que al hecho de cambiar de escalafón se le une un cartel de alternativa de tremendo relumbrón. El Juli y Morante con toros de Daniel Ruiz y en un escenario de bandera: la Maestranza sevillana en su Feria de San Miguel. “Estoy viviendo momentos súper especiales porque es la cita más importante de toda mi carrera, convertirme en matador de toros y encima en un escaparate como es el de la Maestranza, en la feria de San Miguel y con dos figuras como padrino y testigo de ceremonia, no se le puede pedir más… es un sueño hecho realidad. Aunque también soy consciente de lo que es y tengo que mantenerme con los pies en la tierra”.

Para un sevillano como él no se podría haber escogido ni mejor plaza ni mejores acompañantes de cartel. “Verte ahí, además poder verte todo el año en esa cartelería, es tremendo porque no solo te ilusionas tú, también lo hace la gente. Si los días previos son así de bonitos no quiero imaginar cómo será ese día”.

Jiménez llega a la cita completamente convencido de que podrá dar el do de pecho, no le cabe la más mínima duda a pesar de no contar con una hoja de servicios excesivamente extensa. “Este año he toreado cuatro novilladas y soy consciente de las circunstancias que hay ahora mismo, si lo hay en las novilladas como matador de toros, aún más. Pero confío en mis condiciones, sé que tengo un escaparate muy bueno… ya solo depende de mí”.

El ecijano bebió de las fuentes del maestro Pepe Luis Vargas, quien le enseñó “a dar mis primeros muletazos y a coger bien un capote. Fue una etapa maravillosa de la que guardo momentos súper bonitos. Tuve la gran suerte de tener a mi lado un gran torero que me inculcó cosas esenciales del toreo y que las trato de aplicar en mi día a día”.

De concepto clásico y puras maneras, Ángel Jiménez siempre tuvo claro que sería torero. “Desde que tengo uso de razón he querido ser torero. Empecé toreando la primera becerra con 7 años. Mi etapa sin caballos fue de triunfos gracias en parte a las novilladas de promoción de Canal Sur… Sin embargo, al debutar con picadores hubo un parón grande que afortunadamente se solventó en 2017 cuando me presenté en Madrid. Fue un día crucial al cortarle una oreja a un novillo de Conde de Mayalde ya que me dio la posibilidad de volver a Las Ventas, también en Sevilla maté una novillada de Partido de Resina y dejé momentos interesantes, y ahí se me abrió el camino hasta el día de hoy. Pude entrar en las ferias de novilladas, pisé Madrid cinco tardes y otras tantas en Sevilla… empecé a verle color”.

Pese a los momentos más complicados, Jiménez nunca renunció a una profesión por la que se “desvive”, asevera. “Los sacrificios siempre valen la pena, siempre me quedo con lo positivo y lo negativo lo utilizo para aprender. El toreo te da cosas muy buenas. Te enseña valores de la vida que no te las enseña ninguna otra profesión, por eso, pase lo que pase, siempre estaré agradecido al toreo”.

“Soy consciente de las circunstancias que hay ahora mismo en el toreo, pero confío en mis condiciones, sé que tengo un escaparate muy bueno… ya solo depende de mí”

Cuando solo quedan unas horas para su gran día no paran de llover los consejos. “En estos momentos son muchos los que te dan pero al final el que no te falla es el de ser uno mismo. Te puedes hacer películas pero dependemos de nosotros mismos. Todos los pasos que se peguen para adelante tendrán recompensa. Lo importante es no contagiarse por las presiones de ese momento. Llegar limpio y mentalizado”.

Y habla de presiones porque con un cartel de esa índole bien difícil es mantener la frialdad. “Son el espejo y la fuente de la que yo he vivido. Tengo 26 años, casi los años que lleva el maestro Juli de alternativa. Por eso desde que tengo uso de razón son mi espejo. Te miras, te motivas… son momentos increíbles porque sabes que vas a hacer el paseíllo con toreros que están marcando una época en el toreo”.

Como bien dice, para este ecijano no hay presión que valga, todo lo contrario. Trata de contrarrestarla con las vivencias de otros compañeros que le valen de referentes. “Es un estímulo ver otras historias que te gustaría vivirlas en tu piel. Por ejemplo el triunfo de Pablo Aguado o el de David de Miranda o el de otros compañeros jóvenes que han llegado y han pegado ese paso y se están abriendo camino. Eso es un estímulo y una motivación”.

Una motivación para quien asegura encontrarse en el momento idóneo para dar el paso que va a dar. Ha sabido disfrutar el recorrido y ahora sabe que llega otra etapa que requiere gran fortaleza y habilidad mental. “En mi caso he vivido una etapa lenta pero la alternativa llega en el momento donde me encuentro maduro y capacitado mentalmente para dar un paso de tanto compromiso. Estar preparado es fundamental, hay que estar cuajado mentalmente. Yo empiezo ahora un camino nuevo y espero estar a la altura de poder dar lo que tengo en el interior”, admite el sevillano para quien por encima de todo lo que realmente le encantaría sería “poder decir que el aficionado se ha aficionado con un torero nuevo y que la temporada que viene pueda estar en todas las ferias. Meter la cabeza y hacer que el público se ilusione conmigo”.

Todos en el mismo barco

Desde bien jovencito Ángel Jiménez ha vivido por y para el toro por eso, cuando llega una cita de la envergadura de la alternativa, echa la vista atrás y ve cuánta gente ha tenido a su lado incondicionalmente. “Afortunadamente ha sido mucha, nunca me he visto solo. Pero es cierto que si a alguien le he de agradecer ese apoyo es a mi hermano. Él fue novillero sin caballos y ahora es banderillero. No solo ha estado a mi lado cuando he toreado, también he tenido su apoyo en las épocas más duras, donde no había festejos. Vamos juntos a entrenar y compartimos muchas cosas”, admite Jiménez, quien no quiere dejar de lado tampoco a su actual apoderado, Enrique Peña. “También he tenido la suerte de contar con una persona a mi lado como es mi apoderado, Enrique, que desde 2017 está a mi vera. Ha confiado y ha apostado por mí. Es importante tener a personas que sean sinceras conmigo y que confíen en el torero que tienen. Vengas rachas mejores o peores. Que te ayuden a ser mejor persona y mejor torero es fundamental y de agradecer sinceramente”.

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