FIRMA INVITADA: JOAQUÍN JOSÉ HERRERA DEL REY

Miedo, coronavirus y tauromaquia

miércoles 25 de marzo de 2020

Todos tenemos miedo.

Amamos la vida.

La sociedad actual ha tendido a ignorar la muerte.

A creer que podíamos con todo. A esconder la enfermedad.

Ha tendido a ocultar a nuestros menores, la necesidad del esfuerzo y del crecimiento.

La tauromaquia es una educación de valores.

La muerte existe.

A nadie nos gusta que un animal sufra. Pero es la cadena de alimentación.

Podemos hacerlo a escondidas, o podemos intentar hacerlo, como un rito de superación, de belleza, y de vergüenza torera.

¡Cuánto tenemos que aprender de los toreros! Superan el miedo, lo dominan. Crean arte y belleza.

Nos demuestran que la muerte, realmente existente en el ruedo, se puede superar con trabajo, con aprendizaje, venciéndose a sí mismo.

Y salir airoso, y al menos con la satisfacción del deber cumplido.

¿Cómo podemos denostar aquello que tanto amaron nuestros padres, y nuestros abuelos? La fiesta nacional. La historia de España.

Es como hablar mal de nuestros propios ancestros.

Nada es tan natural como la muerte.

Sin miedo no hay vida. Ésta, es un vaso de cristal que pende de un hilo. Si el torero no tiene miedo, no es un hombre y no es torero. El miedo nos enseña que estamos vivos, aviva nuestra inteligencia y nos hace crecer para salir del peligro.

Es momento de silencio. Pero se escucharán las palmas y los pasodobles. Los tendidos estarán llenos. Se volverá a contemplar la belleza y un torero nos volverá a enseñar que superar la dificultad es posible.

El torero burla al toro con valor, superando al miedo y con técnica. Enseñando al toro, que él manda sobre la muerte.

Hay que evitar los avisos. Superar las dificultades y estoquear bien al toro. Por derecho. En todo lo alto. Procurando que sufra lo menos posible.

Es una lección. Una bellísima lección de vida. Muy necesaria en estos momentos.

La emoción de superar, un toro, todo un tío, que tiene muerte de verdad.

Vivir es superar el miedo. El miedo nos disminuye. El estrés disminuye nuestras defensas. Ver toros nos entrena. Nos enseña. La muerte está ahí, hay que aprender a torearla.

El torero no se mira si está herido. Tiene que matar al toro y evitar que dañe a nadie. Él es el torero.

Nosotros estamos ahora solos en el ruedo.

Hay que hacer bien las cosas. El toro es de verdad. Tiene mucha muerte.

Quizá nos dirigen gentes que no saben torear, y no han aprendido nada de nuestra tauromaquia. Arte vivo. Arte puro.

Sabiduría del arte frente a la muerte.

Todos nuestros jóvenes deben ir a los toros.

Para saber convertir una tragedia en lección de vida.

Como indicaba el gran poeta Manuel Benítez Carrasco:

“Era sólo que, ante el toro,

¡Y con razón!

Se acordaba de la vida.

“Pero” ¿miedo? ¡No, señor!”

Firmado:

Joaquín José Herrera del Rey.

Presidente de la plaza de toros de Sevilla. Doctor en Derecho.

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