Un año perfecto. De principio a fin. Así podría definirse su temporada. El nombre de Antonio Ferrera figura por derecho propio entre los triunfadores del curso. El extremeño habla de sentimientos, esos mismos que han ido aflorando tarde a tarde. Los sentimientos de un torero en plena madurez artística, feliz consigo mismo y que quiere seguir paladeando y disfrutando al máximo de su profesión.
- “Madrid ha sido el eje y la confirmación de la temporada. Sentirme como lo he hecho en Las Ventas ha sido un regalo”
- “Independientemente de lo que me imaginara a comienzos de año, luego había que reafirmarlo con hechos en el ruedo”
