Los animales que aquí se reseñan fueron indultados en las plazas de toros durante la campaña 2010. Todos ellos ofrecieron un juego extraordinario, permitiendo que se vivieran momentos de intensa emoción. Merecieron el perdón, el regreso a la dehesa. Hay quien dice que un indulto es un error del ganadero, pero realmente es un episodio tan justo como necesario. Estos toros regresaron, por la bravura, a la vida.
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