Iván Fandiño, con el quinto de la tarde. (Foto: Javier Arroyo)El vizcaíno dejó constancia de su proyección con una muy bella faena premiada sólo con una oreja por la tardanza del toro en doblar. Robleño también tocó pelo ante una buena corrida de Peñajara, fiel a sus magníficas hechuras.
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La corrida de Peñajara, fiel a sus buenas hechuras, ofreció muchas opciones de triunfo. Destacaron por su clase el primero, el tercero y el quinto, que fue premiado injustamente con la vuelta al ruedo por el palco, convirtiendo lo que hubiera sido una justa ovación en una bronca monumental de desaprobación.
Con ese toro Iván Fandiño, que antes había pechado con un remiendo de Javier Gallego de casi seis años de mala condición y al que se impuso en todo, dejó constancia de su proyección y cuajó la que hasta el momento es la faena de la feria. El vizcaíno aprovechó la buena condición de su oponente desde el principio, toreando realmente bien a la verónica. Con la muleta, su trasteo estuvo presidido por la hondura y un toreo al natural majestuoso que puso a la plaza de su parte. Faena de mucho peso, pero la tardanza en doblar del toro tras una estocada desprendida dejó en una oreja lo que debieron ser dos.
También tocó pelo Fernando Robleño, que dio una buena tarde de toros. Paseó el trofeo del primero del festejo tras una faena fundamentada en el toreo en redondo sobre el pitón derecho culminara con una buena estocada. Con el cuarto, el de peores hechuras del encierro y complicado, dio la cara en todo momento para acabar saludando una ovación.
Completaba la terna Alberto Aguilar, que planteó a su buen primero la faena en los medios, teniendo las primeras tandas vibración y acople. Al natural su labor decayó y se esfumó la posibilidad del triunfo. Con el que cerraba plaza, noble pero de menos fondo que sus hermanos, se diluyó en una faena de tono medio mal coronada con los aceros.
VALDEMORILLO. Segunda de la Feria de San Blas. Cinco toros de Peñajara, bien presentados y de buen juego en distintos grados. Los mejores 1º, 3º y 5º premiado injustificadamente con la vuelta al ruedo y uno (2º), de Javier Gallego, de casi seis años, deslucido. FERNANDO ROBLEÑO: Oreja y palmas; IVÁN FANDIÑO: Silencio y oreja; ALBERTO AGUILAR: Ovación tras aviso y silencio tras aviso. Entrada: TDos tercios de de plaza.
