Cuatro horas y media de festejo, cuatro ganaderías, once toros y un público a la contra no pudieron con la paciencia de Ponce y Castella que en los dos últimos -ambos de regalo-, cuajaron dos grandes faenas para acabar saliendo a hombros de la Monumental de Insurgentes.
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Ponce: "Yo cuando vengo a la México, entrego el alma"
Castella: "Guadalupano era de indulto, éste no"
La Monumental plaza México registró un ambiente extraordinario para vivir el esperado festejo de Aniversario del coso. Con los tendidos prácticamente llenos, en Insurgentes han disfrutado con uno de sus consentidos, Enrique Ponce, que paseó dos trofeos. Después, se fue alterando por la mala presentación de los astados que fueron saliendo por chiqueros y que provocaron que se lidiaran un total de once toros, una cifra récord en el 5-F, para sin embargo acabar de nuevo en la cumbre con una gran faena de Castella a un buen sobrero de Garfias premiada con el doble trofeo.
Ante un toro noble pero de escaso fuelle de Teófilo Gómez, Ponce, tras un buen quite por delantales, cuajó una faena larga, marca de la casa, de más de catorce minutos. El trasteo, fundamentado sobre el pitón derecho, tuvo las virtudes del temple, el relajo y la estética en el toreo en redondo y belleza en los remates. Hubo trincherillas que fueron carteles de toros y pases de pecho eternos. Tras una estocada precedida de un pinchazo, fue premiado con el trofeo. El segundo de Ponce fue un sobrero de Garfias que reemplazó a uno de Teófilo Gómez que fue devuelto ante la bronca del público que protestó su presentación. De nuevo ante las protestas del respetable y vista su poca condición, optó por machetearlo y anunciar el regalo de un sobrero, que lució la divisa de Campo Real.
Ponce ardía en deseos de levantar la tarde y brindó al público. Pronto consiguió su objetivo llevando al astado muy tapado para ligarle los muletazos sobre el pitón derecho formando un auténtico alboroto en varias tandas en las que toreó con relajo, temple y sabor hasta que el toro buscó las tablas, donde incluso puso en escena la poncina. Lo mató de una sensacional estocada, cortó una merecida oreja y se lo llevaron a hombros en su duodécima corrida de Aniversario.
Por su parte, Sebastián Castella también vio cómo protestaban la presencia de su primero y, pese a que lo intentó, no logró sacar nada positivo ante una plaza muy a la contra. Su segundo, un colorado de Julio Delgado, fue otro inválido que se derrumbaba continuamente. Castella nunciaba el regalo del que iba a ser el undécimo toro de la noche y el mejor de todos. Ese sobrero de Garfias permitió al francés estar a gusto y provocar el delirio de los aficionados, que parecieron olvidar todo lo anterior. Vibró el público con la gran faena de Castella, ligada y de enorme transmisión, aprovechando al máximo a su oponente, bajándole la mano con mando, valor y profundidad. Se llegó a pedir con fuerza el indulto pero Castella montó el estoque para enterrar más de media en buen sitio y cortar dos orejas. El toro fue premiado con el arrastre lento.
El Zapata puso en el tercero de la tarde -el de más opciones de los astados titulares- la plaza en pie en un tercio de banderillas antológico tras el que incluso dio la vuelta al ruedo. Variado con el capote y muy entregado con la muleta aunque en ocasiones falto de temple en las telas, le fue concedido el segundo trofeo del festejo. Los mismos patrones tuvo su actuación ante el séptimo, aunque en esta ocasión el segundo tercio resultó más accidentado y menos brillante. Con la muleta, demasiado acelerado, su faena fue a menos ante un toro que hizo lo propio.
Abrió cartel Zotoluco que despachó un toro de Julio Delgado prácticamente inválido y otro de Teófilo Gómez noble pero falto de fuelle. Ante ellos trató de hilvanar faena en dos trasteos muy largos pero sin eco en los tendidos.
Monumental PLAZA MÉXICO. Corrida del LXV Aniversario de la plaza. Toros de Teófilo Gómez, desigualmente presentados, nobles pero faltos de fuerzas y casta. El mejor fue el 3º. Dos de Julio Delgado, 1º y 8º, inválidos. Un sobrero de Garfias, 5º, mal presentado, desrazado. Un sobrero de regalo de Campo Real, 9º, noble. Un segundo sobrero de regalo de Garfias, 11º, bravo, el mejor de la tarde, premiado con el arrastre lento. ZOTOLUCO: Silencio y silencio; ENRIQUE PONCE: Oreja, silencio y oreja en el de regalo; EL ZAPATA: Oreja y silencio; SEBASTIÁN CASTELLA: Silencio, silencio y dos orejas en el de regalo. Entrada: Casi lleno.