El 3 de marzo de 1968 murió Pepe Bienvenida tras sufrir un infarto de miocardio actuando en un festival en la plaza limeña de Acho. El que fuera segundo de los seis hijos toreros que tuvo el Papa Negro pasó a la historia por su precocidad y seguridad banderillera. Además, manejó con alegría y variedad el capote, con seguridad la muleta y con contundencia la espada. Sólo le faltó un punto más de constancia...
José Mejías Jiménez, más conocido como Pepe Bienvenida, nació en Madrid el 7 de enero de 1914. Fue el segundo hijo del matrimonio formado por Manuel Mejías Rapela, el legendario Papa Negro, y Carmen Jiménez. Los seis hermanos –Manolo, Pepe, Rafael, Antonio, Ángel Luis y Juanito– fueron toreros. Su hermana, Carmen Pilar, es actualmente la única superviviente directa de Manuel Mejías Rapela.
Tras torear con regularidad como novillero los últimos años de la década de los veinte y primer año de la de los treinta, en 1931 toma, el 4 de julio exactamente, la alternativa en Madrid. Nicanor Villalta le cedió la muerte del toro "Majoleto" de doña María Montalvo, figurando como testigo su hermano Manolo Bienvenida.
Pepe estuvo en activo durante veintiséis años, siendo su temporada más extensa la del 44, cuando llegó a torear 59 corridas. La última vez que se vistió de luces fue el 3 de octubre de 1957, en Úbeda, alternando con sus hermanos Antonio Bienvenida y Juan, en la lidia de toros de Julio Morales Hermanos.

