“El año que viene debo confirmar el runrún que se ha creado a raíz de mi actuación en El Pilar”, afirma el novillero maño
“Era el examen final. La temporada ha sido corta pero muy positiva y este triunfo me puede dar la llave para entrar en sitios de repercusión, en las ferias de novilladas. Soy consciente de que el año que viene debo confirmar el runrún que se ha creado a raíz de mi actuación en Zaragoza. Por eso, estoy ilusionado, contento, pero responsabilizado a la vez”. Habla Jorge Isiegas, el novillero año que lanzó su nombre al mundo en la última feria del Pilar y que valora la importancia de lo sucedido: “Al margen de la oreja, fue también la imagen que pude dar. Era la cuarta novillada este año, la sexta con picadores. Llevo poco y he toreado poco por las condiciones que me ofrecen en muchos sitios. Si no están los mínimos estipulados, no voy a torear. Lo tengo claro. Por eso, lo poco que sale lo tengo que aprovechar al máximo. Y creo que así ha sido”.
El zaragozano es ambicioso y no se conforma con lo sucedido en Zaragoza: “Quiero mucho más. Si le dijese que lo de El Pilar es lo que me gustaría para todas las tardes, sería conformista. En el toro nunca se deja de aprender y quiero seguir creciendo y evolucionando como torero. Sé que se atisbaron detalles buenos pero buscaré mejorar, quiero enganchar mejor los toros, llevarlos toreados, componer cada vez mejor… me quedan muchas cosas por aprender y eso es lo bonito de esto”.
En su carrera, una persona clave: Alberto Aguilar. “Me vio torear sin caballos dos veces, se dieron muy bien y algo vio que se ilusionó. He hecho dos inviernos muy importantes de tapia en el campo y me ha ayudado mucho a coger oficio y seguridad. Y luego madurez. A saber lo que quiero. De lo que más orgulloso estoy es de haber demostrado al maestro Alberto Aguilar que puede seguir confiando en mí”.

