La Pincelada

Retrato de ahora mismo

José Luis Benlloch
sábado 12 de noviembre de 2016

Apretones de manos, acuerdos mutuos nada sinceros, bodas, despedidas, bienvenidas. Alguna sonrisa, muchas lágrimas, pocas pelas…

Es invierno. Taurinamente. Ya saben. Canales fuera, bajada de termómetros, apretones de manos, acuerdos mutuos nada sinceros, bodas, despedidas, bienvenidas. Alguna sonrisa, muchas lágrimas, pocas pelas, los hay que acaparan toreros, ahí está el caso Simón, allá cada cual pero… uno se pregunta cómo puede afectar a la confección de las ferias, por ejemplo las Fallas. Exigirá, supongo, un esfuerzo de altruismo o de lo contrario sólo quedará rellenar huecos, poco menos que alicatar sin mucha opción a la creatividad. Sólo era una pregunta. También una preocupación. Sigo, América vuelve a ser la mejor América, cuestión de economía, tanto pagas tanto vales, nada de lo que extrañarse en un mundo profesional. A este lado del charco, taurinos buscan alianzas, los veedores recorren las dehesas, en nombre de las empresas unos, en nombre de los toreros otros, nada que asegure una buena elección. Todo aderezado, algunos le llaman a eso taurinear, con rumores y más rumores, la mayoría diría que cargados por el mismísimo diablo si el diablo tuviese tanta hiel o tanta intención. Ese es el panorama que se vive estos días en el planeta toro. En realidad, ya ven, pocas novedades respecto al año, a la década, al siglo pasado en un más de lo mismo.

Y si nos cernimos a lo que viene, Nacho se lo cuenta en la última página de Aplausos, sólo adelantarles que en el horizonte se vislumbran nuevas alianzas empresariales para compensar aquellas que no bendijo la fortuna. Argumento suficiente, el de la fortuna, para que uno se cambie de caballo en la siguiente carrera. Estamos hablando de relaciones hispanomejicanas, claro. (Este miércoles se hizo oficial a través de un comunicado el acuerdo entre Bailleres y la Casa Chopera) Podríamos hablar igualmente, ahora que tan de moda se ha puesto, de las cobras taurinas que haberlas haylas, de nombres resucitados y muy deseados que esquivan los deseos ajenos con un leve mohín… Ya se sabe aquello de mejor solo que… ¡Ah!, también es tiempo para los recursos, el último el de Tomás Entero no contra la concesión de Las Ventas sino contra el mismo pliego que uno no sabe si es lo mismo aunque parece que no. Así que aclarada la cuestión podemos respirar. Sólo faltaba un pleito de esa naturaleza para hacer temblar el toreo. Una empresa en funciones en la capital sería terrible. Ya ven, es invierno pero no duermen los riesgos.

América aporta buenas noticias. Es un respiro contra los últimos sobresaltos. Bogotá volverá a dar toros. Se acabó por ahora el mal sueño de aquel tal Petro que emergió desde la guerrilla para darle matarile a la Tauromaquia bajo el argumento de ser arte violento. ¡Acojonante ejercicio de cinismo! Su desaparición es todo un golpe de estímulo para seguir luchando por Barcelona. La señorial Lima estrena ambiente en Acho, más que eso, vive un sueño con la llegada de su Roca Rey, la flor de la canela en el toreo, la flor del valor en su caso, convertido en la figura que nunca tuvieron en aquel país, nuevo puente del río y la alameda, en su caso de Madrid, Valencia, Sevilla, Pamplona… a Lima. Y mientras, México ha sacado a la luz los carteles de la Temporada Grande. Se nota el cambio de empresa y se nota para bien. Al menos es la percepción desde esta parte del océano. Muchos toreros jóvenes, la mayoría de ellos con formación española y buenas expectativas. Los Adame, Armillita, Silveti, Payo, Llaguno… Se espera mucho de ellos. Acuden con el grado de maduración necesario para agarrarse a las alturas y no ceder. Es evidente que en estos casos volver a la patria después de la aventura española es un alivio artístico, más o menos como cuentan que sucedía en España tiempos ha, cuando los chicos con cartel que tomaban la alternativa aligeraban dificultades, pasaban de matar novilladas sin control de peso ni edad, en realidad lo feo de los cerrados, a matar lo bonito, incluso en muchas ocasiones, aprovechando que no había control de nacimientos, ascender suponía pasar de los toros a los novillos. De esa manera minimizaban el bache de la alternativa. Visto lo que sale habitualmente en México, la casta de los toros de aquel lado y los de este, la mirada, los pitones, el movimiento… pasar de las plazas españolas a las mejicanas además de volver al hogar les debe aligerar el grado de dificultad a los chicos. Ahora que lo aprovechen.

En los carteles además de mejicanos jóvenes, aparecen españoles jóvenes, así que la alegría es mayor, incluso se han cargado la barrera de un falso proteccionismo, aquella proporcionalidad absurda que impedía que hubiesen más españoles que mejicanos en un mismo cartel cuando lo que interesaba a los aficionados era lo contrario. Abono o derecho de apartado este año blindado con las grandes figuras, Morante, Talavante, Manzanares, Castella y dos ausencias clamorosas, Ponce y Juli, los dos más taquilleros de aquella plaza vistos los resultados de la temporada pasada, dos si no tomamos en cuenta a JT, que en ese caso serían tres los ausentes, aunque todavía se está a tiempo de anunciarles. Los efectos del cambio de estilo han sido inmediatos, hay interés y una pregunta ¿se podrán ver desde España?...

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