Sincero y cabal, el extremeño habla de su carrera, de su pasado, presente y futuro sin ataduras. Se le nota libre e involucrado consigo mismo y con sus objetivos. No esconde que México le ha dado alas y que ha fijado un antes y un después en su trayectoria, en su concepto y sus motivaciones. Y aunque no lo diga, también en su carácter. Más abierto, más puro. Por encima de todo quiere disfrutar, ser más rotundo y asentarse en la élite. En Vistalegre marcó una línea que no quiere abandonar.
“Estoy ofreciendo una imagen muy buena, me estoy atreviendo a hacer cosas que antes no me atrevía y que están sorprendiendo a la gente. Me voy viendo cada vez más redondo”
“Quiero una regularidad de sensaciones internas. Eso te hace grande y da forma a un artista. Ahora bien, tampoco soy tan romántico como para decir que no me interesa cortar orejas”
“El orden marca limitaciones en un un artista, te hace más previsible y a mí me gusta vivir en el juego del filo que es el que da argumentos y te hace ser distinto y exclusivo”
“En el arte no se puede ser previsible. La distinción te la da tu capacidad para sorprender”
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