Diecisiete años después de echar andar, la ganadería de Antonio Bañuelos se siente con mayoría de edad.
Los resultados le están aportando un porcentaje alto de regularidad, bajo el prisma de seguir apostando por un toro de manos cortas, cuajado, mazorcas finas, rematado y serio. De incuestionable origen ‘Torrealta- Ybarra’. Un hierro con personalidad y su punto de distinción, la que viene dada por sus peculiaridades de situación y crianza. Las Ventas será esta semana el escenario de su primer gran compromiso. Después vendrán Burgos, Santander, Palencia y Zaragoza.
“Me da miedo pensar en todo lo que hemos pasado. De ser un aficionado sin otra pretensión que matar el gusanillo me he visto anunciado en plazas de primera de España y más de veinte de Francia. No me arrepiento de haber comenzado esta historia”
“He sido fiel al origen y trato de criar un toro determinado. Castaño, bajo de manos, con badana, bien conformado, con una cara bien puesta para que quepa en la muleta y que a la hora de embestir lo haga con calidad”
“Es importante buscar la continuidad y el fondo de los toros en el último tercio. El toro bravo debe responder en la muleta, ahí es donde tiene que sacar su raza”

