Fernando Robleño ha abierto la puerta grande en Granada tras cortar una oreja a cada toro de su lote en la tarde del regreso de la ganadería de Victorino Martín a la Monumental de Frascuelo, coso en el que lidió por última vez hace veintidós años. Robleño paseó un apéndice del tercero, un animal con las complicaciones propias de la casa que desarrolló sentido. No se arredró el torero, que anduvo firme y dispuesto toda la lidia. Pinchó antes de agarrar la estocada. Al sexto, un toro con buen fondo pero corto recorrido, le perdió acertadamente pasos entre muletazo y muletazo y, a base de firmeza y exposición, logró cortar otro trofeo. Antonio Ferrera pudo tocar pelo de su primero, un toro reservón con el que el de Ibiza se la jugó con valentía y enorme entrega. Emborronó todo con la espada y el premio se redujo a la ovación del público. Toreó bien al natural al quinto, un animal de buena condición por el pitón izquierdo que llegó a voltearle. Cortó una oreja y el público pidió con insistencia la segunda. Juan José Padilla abrió plaza con un toro parado que apenas le dio opción. Falló con la espada. El cuarto sacó peligro y Padilla lo despachó con celeridad. Granada, 26 de junio de 2011. Toros de Victorino Martín. JUAN JOSÉ PADILLA: Silencio y pitos; ANTONIO FERRERA: Ovación y oreja con petición de la segunda; FERNANDO ROBLEÑO: Oreja en ambos. Entrada: Un cuarto.
(Foto: Arjona)
