Lo de Salvador fue la parte de Domecq que maridó mejor desde siempre con el sector más torista de la afición. En esa historia encontramos el ejemplo más evidente de lo que puede influir el carácter de un ganadero en la misma familia. Siendo lo mismo, lo de Salvador tuvo pronto el sello diferencial que le impuso su criador. Y con esa etiqueta se ha mantenido hasta ahora, Domecq sí, pero de lo de Salvador se suele decir en una especie de maniobra de escapismo que todos entienden.
- “Mi padre, Salvador Domecq, era un hombre de carácter fuerte y seguramente eso debió influir a la hora de seleccionar. No pensaba tanto en el torero como en su idea, él quería que el toro fuese bravo y encastado”
- “No fue lo que se dice un relaciones públicas. Su vida era el campo, fundamentalmente era ganadero. Se montaba a caballo y en sus paseos apuntaba con frecuencia los detalles y reacciones de los toros que consideraba de relieve”
- “En la ganadería de mi padre predominó la raza sobre la mansedumbre y la nobleza. Fue una evolución y en ese viaje se pasó”
- “Los toreros prefieren la nobleza y la toreabilidad. No quieren el toro que se les monte encima. Y en el año sesenta y ocho sucedía eso, le salían los toros muy fuertes y tuvo que suavizarlos. Tenían demasiada casta”
- “El-86 Silencioso fue el semental bandera de mi padre. No fue toro de mucha cara ni de mucho trapío pero le dio predominantemente bien. Lo tenía todo: bravura, raza, nobleza, clase... Es lo que nos gusta a todos”
- “Si una becerra me gusta y no tiene cara o es chica, la dejo. La lidiaré en novilladas si es necesario, pero la dejo. Antepongo el comportamiento, la clase y la bravura a cualquier otra circunstancia. Para qué quiero trapío si luego en la plaza salen tigres o salen mansos”
- “He seguido la línea del comportamiento. No quiero perder el estilo que llevó a esta ganadería a donde todos sabemos. Si la camada tiene cara, mejor; pero antes está el comportamiento”
Lea AQUÍ el reportaje completo en su Revista APLAUSOS Nº 2100
Lea AQUÍ el reportaje completo en su Revista APLAUSOS Nº 2100 para iPad
Lea AQUÍ el reportaje completo en su Revista APLAUSOS Nº 2100 para Android

