No termino de aferrarme del todo al elogio de la exageración. Los sanfermines. Una estrategia de lo híper, de lo mega. A la contra de este escepticismo juegan los números, también mega, también híper. No estoy en contra, en absoluto, pues no creo estar en contra de nada, en cualquier caso, al margen de algo. Sí siento recelo por una realidad evidente: la escenificación del héroe que corre. Sobre todo cuando después de ese héroe que corre no hay más. Encierro en telediarios, encierro en primeras planas, encierro y más encierro por, sobre y a veces, hasta contra la corrida.
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