Incendio en Madrid. El presidente Infante se enreda en la concesión de trofeos y prende la mecha de los agravios. Era el día de El Pilar. Su postura levanta ronchas en Madrid, en La Mancha -ahí está Paco Mora con su columna en llamas- y naturalmente en México. No es un pensamiento único, los hay que están con el usía. Polémica servida por tanto, respetémoslo. En cualquier caso Spínola se quedó sin oreja de la misma manera que a mi tierra la dejaron sin fueros. Vistas así las cosas fue un desafuero. El ejemplo vale porque hay que ver las puertas que abre -o cierran- y el estatus que dan las orejas y sobre todo lo que pesa no cortarlas. Deseo que no las tenga que llorar por los siglos de los siglos cual fuese los fueros perdidos. Casi a la vez Casas, Simón, se daba a sí mismo el pistoletazo de salida en la carrera por Las Ventas. Sucedió en los portales y sucede con frecuencia de minutos en su perfil de Twitter. Tengo la sensación de que ha encontrado su arma favorita. No para, twittea a la velocidad del rayo, imparte doctrina, esboza planes. Me pregunto si no habrá comenzado a sprintar demasiado pronto. Tengan en cuenta que a carrera larga más vale mastín que galgo y posiblemente en esa comparación salga perdiendo. De momento todos -me refiero al resto de aspirantes- andan tapados como olisqueando la presa, todos menos Simón, ya les digo, que la persigue con su proverbial apasionamiento y marca caminos. Para mañana -por hoy lunes- ha convocado una rueda de prensa. En ese tercio se siente fuerte y se le ve feliz. Habrá que escucharle. El tío tiene ideas y sobre todo tiene el objetivo de su vida por delante y va a morir por sus sueños y con sus sueños.
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