Todavía arrastra algunas de las secuelas físicas que le dejó la grave cornada que sufrió en Nimes en el mes de junio. Un percance que por encima del dolor físico hirió la raza del torero. No poder cumplir con la tarde y pensar que la temporada peligraba supuso para Marc Serrano uno de los palos más duros del año. Ahora, con la ilusión intacta, sueña con alcanzar uno de sus anhelos: confirmar la alternativa en Las Ventas.
“Espero volver a Nimes porque me quedó una deuda pendiente con ella que me gustaría saldar”
LO MEJOR: “Darme cuenta de mi fortaleza ya que pese a la cornada he sido capaz de sobreponerme”
LO PEOR: “La cornada de Nimes, pero no por el dolor físico sino por no poder cumplir con la tarde”
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